GUILLE LLOPIS
- Un grupo de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili plantea un sistema de tasas para evitar las congestiones en el centro de las ciudades.
- Utilizaría información en tiempo real para identificar zonas de tráfico conflictivas y que solo pagasen quienes circulasen por ellas.
- Su idea es la de crear un sistema más «justo», especialmente para aquellos conductores que no influyesen en el aumento del tráfico.
Matemáticas e Informática para resolver problemas de tráfico. Un grupo de investigadores de la tarraconense Universidad de Rovira i Virgili ha desarrollado un proyecto según el cual podrían ayudar a los ayuntamientos a cobrar un sistema de tasas más justo por circular por el centro de las ciudades. El método consiste en manejar información en tiempo real para identificar las zonas de mayor congestión en cada momento, y hacer así que los conductores paguen a su paso por las áreas con más tráfico, y no necesariamente todos los que vayan por el centro.
Problemas como las restricciones de tráfico en Madrid podrían hallar nuevas respuestas en el trabajo de los investigadores del centro docente catalán. Las grandes aglomeraciones de tráfico son un problema medioambiental, pero implican un gasto de combustible añadido y una pérdida de tiempo para la ciudadanía.
Además de las limitaciones a la circulación en Madrid, hay grandes capitales como París (que ha planteado la prohibición total para vehículos diésel) o Londres (impone una tasa por circular por el centro) que ya aplican medidas para evitar por un lado la polución y por otro las masivas retenciones.
Los investigadores del departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la Rovira i Virgili han publicado un artículo en la revista especializada Royal Society Open Science en el que plantean un sistema intermedio: que los conductores que circulen por el centro de las ciudades paguen una tasa en función del lugar en el que se encuentren y la aglomeración del mismo.
Su proyecto recurriría a información en tiempo real para saber qué nichos dentro de cada zona están más congestionados y penalizar a quienes recurriesen a esas vías, pero sin imponer el pago a cualquiera que acceda al perímetro céntrico por norma. A través de un exhaustivo estudio de los datos de contaminación facilitados por los propios ayuntamientos, los investigadores identifican las zonas más conflictivas, sus vías afluentes y fija un nivel de intensidad del tráfico a partir del cual hay que pagar la tasa.
Los puntos calientes de pago irían evolucionando a lo largo de la jornada en función de la fluctuación del tráfico. Eso implicaría que únicamente estuviesen obligados a pagar quienes accediesen (y pusiesen su grano de arena) a zonas previamente congestionadas, y no a los que circulasen de paso sin aumentar la intensidad del tráfico.
Así, el proyecto aspira a crear un sistema más «justo», especialmente evitando el pago a los usuarios de coche que no provocasen con su itinerario un aumento del tráfico, sino únicamente haciendo pagar a aquellos que se introdujesen directamente en las zonas aglomeradas.
Traducción práctica
Alexandre Arenas, uno de los investigadores del centro universitario catalán que ha participado en el proyecto, atiende a 20MINUTOS.ES para explicar a fondo las implicaciones de su sistema. Según explica el académico, el sistema podría implantarse en ciudades de forma «bastante simple», con un estudio por parte de la administración y la colaboración de las empresas que aportasen la tecnología necesaria, como sensores o aplicaciones.
Una aplicación móvil que utilizarían los conductores les informaría en tiempo real de qué zonas deberían evitar, o bien de los pagos que se les cargarían por su tránsito a través de ellas. Es, tal como asegura el investigador, «un paso más hacia las smart cities»: ciudades inteligentes que aprovechen toda la información de la que disponen para crear entornos de movilidad más eficientes y medioambientalmente sostenibles.
«El usuario se adapta al estado de la ciudad, paga menos tasas, y la propia ciudad se beneficia». Un resumen de lo que implicaría la implantación del sistema que propone la Universidad Rovira i Virgili, que ayudaría también a paliar el «grave problema de contaminación» de muchos de los grandes núcleos urbanos del mundo.
Para Arenas, aunque en ciudades pequeñas «hay otras problemáticas», el sistema de tasas podría no ser necesario, pero sí la parte de «concienciación» que trae implícita. «Puede aplicarse para los problemas de aparcamiento. La misma tecnología informa de qué áreas están más libres y evita que los usuarios tengan que dar vueltas de más», explica el profesor, acerca de un sistema no necesariamente limitado a su uso en grandes metrópolis.
Este sistema es, para uno de sus creadores, «un avance» respecto a soluciones como las restricciones de tráfico según el número de matrícula o el corte del acceso a determinadas zonas. Esas respuestas a problemas de contaminación son, según el académico, «soluciones poco desarrolladas, demasiado burdas». El uso de información en tiempo real puede permitir «tomar rutas alternativas» y, en resumen, «hacer un uso inteligente de la información» que evitaría las aglomeraciones cuando fuese necesario, y no por sistema, mediante el pago de unas tasas por tanto «más justas».
Source: Coches