Mié. Ene 8th, 2025

En pleno corazón de Rumanía, se encuentra la carretera Transfagarasan, conocida también como DN7C. Esta ruta es una de las más impresionantes y desafiantes del planeta. A lo largo de sus 90 kilómetros, la carretera atraviesa las imponentes cumbres de los Cárpatos del Sur, enlazando las históricas regiones de Transilvania (donde surgió la leyenda del Conde Drácula) y Valaquia, y uniendo las ciudades de Sibiu y Pitesti.

La carretera Transfagarasan, creada en principio como una ruta militar estratégica bajo la dictadura soviética de Nicolae Ceausescu, asciende hasta una altitud de 2.034 metros, lo que la convierte en la segunda vía pavimentada más alta de Rumanía. Su construcción, que se inició en 1970 y finalizó cuatro años después, requirió 6.000 toneladas de dinamita y costó la vida de numerosos trabajadores.

Recorrer la carretera Transfagarasan se asemeja a entrar en un gigantesco Scalextric creado por un amante de las curvas. Con una velocidad media de solo 40 km/h debido a su terreno ondulante, los conductores se encuentran con horquillas cerradas, curvas amplias y giros de 90 grados, haciendo de cada kilómetro una vivencia emocionante.

Atractivos naturales y históricos

Aparte de ser un paraíso para los amantes del motor, la carretera brinda vistas impresionantes y acceso a diversos lugares de interés. Uno de los más notables es el Lago B”lea, un magnífico lago glaciar cercano al punto más elevado de la ruta. En este lugar, la Transfagarasan pasa por el túnel más largo de Rumanía, de 884 metros, el cual curiosamente no cuenta con iluminación artificial.

En la parte sur, próximo a la villa de Arefu, se encuentra el Castillo Poenari. Esta antigua fortaleza fue el hogar de Vlad III el Empalador, el príncipe que inspiró el personaje de Drácula de Bram Stoker. Desde un estacionamiento cercano, un sendero conduce a los visitantes hasta las ruinas del castillo, permitiendo una fascinante inmersión en la época medieval rumana.

Fauna y duras condiciones climáticas

La Transfagarasan también es famosa por su fauna. En los bosques y montañas circundantes habita la mayor población de osos pardos de Europa, lo que añade un atractivo adicional para los viajeros que pueden avistarlos a lo largo del recorrido.

Durante los meses fríos, desde finales de octubre hasta finales de junio, la carretera suele estar cerrada por la nieve. Sin embargo, dependiendo del clima, puede mantenerse abierta hasta finales de noviembre. La ruta también puede cerrarse temporalmente en cualquier época del año si las condiciones meteorológicas son adversas. En ocasiones, incluso, se han registrado nevadas en pleno agosto, cuando en España las temperaturas son muy altas y superan los 35º centígrados en muchos lugares.

Consejos para los visitante

Para aquellos que planean visitar esta joya de la ingeniería rumana, es recomendable tomarse su tiempo. Aunque recorrer los 90 kilómetros puede parecer una tarea rápida, la realidad es que las curvas y las vistas panorámicas invitan a detenerse y disfrutar del paisaje. En temporada alta, es común encontrar tráfico, especialmente en los puntos de interés principales como el Lago B”lea y el Lago Vidraru, donde los aparcamientos pueden estar abarrotados.

La Transfagarasan no solo conecta geografías, sino también épocas y culturas, ofreciendo un viaje a través del tiempo y el espacio en una de las rutas más deslumbrantes del mundo. Para quienes buscan una experiencia de conducción inolvidable, esta carretera es, sin duda, una visita obligada.


Source: Coches

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por admin