Lo tiene todo. Es tan elegante como deportivo y tan tecnológico como moderno. Sin duda, una de las obras de arte a las que nos tiene acostumbrados la icónica marca de la estrella.
Y es que en la última evolución de la Clase E no podían faltar las versiones con la rubrica de su especialista AMG. El 53 Hybrid puede ser considerado como el modelo definitivo para ese usuario que pueda desembolsar los 114.575 euros (2.000 euros más si elegimos la variante familiar Estate) que cuesta.
Uno de los responsables de estas características tan contundentes se encuentra bajo el capó. Nos referimos al seis cilindros de 3 litros que rinde en su conjunto, sumada la unidad eléctrica de 165 caballos de potencia, un total de 585 CV que pueden ser 612 CV si montamos el paquete Dynamic Plus.
¿En qué se traduce todo esto? Pues en una velocidad máxima limitada de 280 km/h y en solo 3,8 segundos en pasar de 0 a 100 km/h, registros de absoluta referencia. Y por si esto fuera poco, el E AMG 53 (provisto de etiqueta Cero) nos permite circular 100 kilómetros en modo absolutamente eléctrico.
Esto nos va a venir de cine para los desplazamientos en el día a día, dejando los dos modos de conducción Sport de los que dispone (además de otros dos para la conducción cero emisiones) para vibrar al máximo en aquellas zonas más reviradas y exigentes.
El toque mágico de AMG
Con este objetivo, no falta un chasis con una puesta a punto de lo más deportiva, tracción a las cuatro ruedas, suspensiones adaptativas o un tren trasero direccional, vamos, la bomba para un coche de su porte y tamaño con 4,95 metros de longitud.
Pero como todo en Mercedes, otro de los puntos de atención está en el lujo por los detalles si nos adentramos en su interior. La calidad es manifiesta, al igual que un equipamiento tecnológico en el que las tres pantallas digitales y el sistema de infoentretenimiento MBUX proporcionan una experiencia harto positiva y brillante.
Por fuera, y como otro sofisticado valor añadido, esta carrocería se refuerza con un desarrollo estilístico propio que consta, entre otros accesorios, de llantas entre 19 y 21 pulgadas, taloneras y pasos de rueda específicos, spoiler posterior o doble línea de escape con cuatro difusores.
Equipado hasta las “trancas”, el E53 AMG en este capítulo resulta una combinación de lo más apabullante en donde el lujo, el confort o la deportividad se sirven en generosas raciones.
Acelera como un poseso y el paso por curva puede ser todo lo elevado o comedido que nosotros queramos. En los modos “S”, que se pueden configurar a nuestro antojo, la berlina alemana sabe y quiere contentar a ese conductor que no se conforma con cualquier cosa. ¿Qué vale mucho dinero? No lo vamos a negar, pero lo bueno cuesta.
Source: Coches
