Hace ya algunos meses que este fabricante dijo que la llegada del EX90 eléctrico no iba a suponer eliminar al XC90. La noticia tiene ahora más sentido con el anuncio la semana pasada que el tope de 2030, año elegido por ellos para abandonar el uso de motores tradicionales, se borraba de un plumazo y que, aunque electrificados, los seguirán utilizando.
El aterrizaje de los eléctricos puros o BEV está siendo demasiado lento y tortuoso, y las empresas están para ganar dinero, no para perderlo.
En esta inteligente “marcha atrás” de Volvo (no olvidemos que fue una de las primeras automovilísticas en poner fecha al uso de mecánicas de combustión) también se podría ver un mensaje dirigido a las instituciones públicas para decirles a las claras que no han cumplido con su parte (ni de lejos), mientras que las marcas en general, no solo la sueca, si lo han hecho.
Centrándonos ahora en la última actualización del XC90, uno de los SUV grandes con más predicamento dentro del mercado Premium desde su lanzamiento en 2014, decir que la fórmula que tantas alegrías les ha proporcionado sigue adelante sin muchas alteraciones.
Mecánicas de gasolina con etiquetas Eco y Cero
Conserva la misma plataforma, estilo general y proporciones que antes con una longitud que roza los 5 metros. Por dentro es donde se aprecian más los cambios. Las pantallas digitales son algo más grandes en esta evolución (de 11,2 pulgadas la central por ejemplo) y se sigue recurriendo a las ultimas versiones de Android Automotive, añadiendo una nueva superficie (por detrás de la consola central) para cargar los teléfonos móviles. Del mismo modo, se incluyen un mayor número de huecos portaobjetos y la iluminación interior ofrece más posibilidades.
En cuanto a las mecánicas disponibles en nuestro mercado, la oferta se simplifica con la ya conocida unidad híbrida enchufable de 455 caballos de potencia y etiqueta Cero de la DGT que da vida al T8 (que ofrece una autonomía de más de 70 kilómetros ahora en modo totalmente eléctrico) y con el B5 de 250 caballos, en su caso equipado con una hibridación ligera. Ambos parten de la base del habitual 4 cilindros de 2 litros turboalimentado.
Provistos en origen de tracción a las cuatro ruedas, Volvo ha aprovechado la ocasión para mejorar la insonorización del habitáculo con la utilización de nuevos materiales reciclados. Igualmente se han optimizado los amortiguadores de cara a conseguir un balance dinámico más equilibrado en términos de estabilidad y confort.
Source: Coches
