RACE
- El abrigo o la ropa gruesa dificulta el tensado del cinturón y hacen más complicadas las maniobras al volante.
- Conducir descalzo está multado con 80 euros. Los zapatos para conducir deben ser ergonómicos para poder pisar con fuerza.
- El interior de nuestro vehículo tiene que estar a una temperatura entre los 21 y 23 grados.
- ESPECIAL: Seguridad Vial.
Conducir con abrigo, tacones, ropa demasiado holgada, zapatos muy rígidos… El vestuario no es un tema sobre el que nos preocupemos mucho a la hora de conducir. ¡Gran error! La ropa y calzado que usamos para conducir no debe dificultar las maniobras ni poner en riesgo nuestra seguridad.
Llegados a este punto te puedes estar preguntando: entonces, ¿qué me pongo para conducir durante el invierno? El Reglamento General de Circulación no lo especifica, pero sí encontramos una referencia en la Ley 18/1989 sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, «los conductores estarán obligados a circular de manera diligente, garantizando su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión…».
El cinturón es menos efectivo con el abrigo puesto
Muchos conductores y pasajeros no se quitan el abrigo cuando van en coche, sobre todo cuando se trata de un trayecto corto. Además de impedir que realices los movimientos con comodidad, debes saber que el abrigo incide de forma negativa en el funcionamiento del cinturón de seguridad en caso de accidente, porque evita que el cinturón se tense sobre el cuerpo de manera correcta.
De igual manera, estamos reduciendo la seguridad de los niños cuando los colocamos en su sillita infantil con el abrigo puesto. Según datos de la Dirección General de Tráfico, hasta el 80% de los asientos infantiles se utilizan de manera incorrecta y, entre los fallos más comunes, encontramos la tensión del cinturón de seguridad. Si el cinturón no se ajusta bien, las posibilidades de que el niño salga despedido en caso de colisión o frenazo brusco son mayores.
Por tanto, recuerda la primera norma: en el coche no utilices el abrigo o ropa gruesa que dificulte el tensado del cinturón y te dificulte las maniobras al volante. Para viajar en coche, mejor con ropa cómoda, flexible, que no sea muy ajustada en piernas y brazos y que sea transpirable.
La importancia de un calzado flexible y cómodo
Igual que debemos evitar ropa ajustada en brazos y piernas y ponernos prendas gruesas, el calzado es fundamental para una conducción cómoda y segura. Olvídate de conducir con chanclas, tacones, botas rígidas o, en general, zapatos que no sujeten bien el pie o que te impidan usar el embrague o realizar una frenada de emergencia con seguridad. Tampoco se te ocurra conducir descalzo: un agente de la autoridad podría multarte con 80 euros según la Ley 18/1989 a la que hemos hecho referencia antes. Hay muchas multas que te podrían sorprender.
Por tanto, los zapatos para conducir deben ser ergonómicos para poder pisar con precisión y fuerza los pedales. ¿Te imaginas lo que puede pasar si vas con un calzado holgado y tienes que pisar con fuerza algún pedal? Posiblemente se salga del pie o patine sobre el pedal. ¡Nada agradable! Además, el calzado debe ser flexible, debe dar libertad de movimientos al pie, sujetar correctamente sin apretar y ser transpirable.
Si vas a una fiesta, te gusta ir a trabajar con tacones, vas a hacer una ruta de montaña o tu profesión te obliga a usar botas rígidas, nuestra recomendación es que lleves un calzado apropiado de repuesto en el maletero para conducir y te cambies cuando te pongas al volante. Así de sencillo, pero nada de arriesgar con un vestuario que pueda poner en peligro tu seguridad y la del resto de pasajeros.
Y por último no olvides aclimatar el espacio con una temperatura adecuada, entre los 21 y 23 grados. Una temperatura excesiva reducirá el confort y provocará un aumento del cansancio y la fatiga.
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Source: Coches