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- La prevención de cualquier ataque es el principal objetivo de todas las innovaciones de seguridad que se estudian.
- Alarmas de incendios, videovigilancia, sistemas de evacuación o controles de acceso ofrecen soluciones renovadas.
- Las videocámaras podrán detectar artefactos explosivos en automóviles cerrados y aparcados.
El 11-S supuso una revolución en las medidas de seguridad que se tomaban hasta ese momento en los aeropuertos. Los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York marcaron un antes y un después en esta materia hace ya casi 15 años, y el reciente ataque sufrido en el aeródromo de Zaventem en Bruselas puede tener el mismo efecto.
Ya sea ante ataques terroristas, secuestros, bombas o sabotajes, los responsables de seguridad de instalaciones aeroportuarias aplican unos estrictos criterios de control de accesos y comunicaciones. Los aeropuertos son, en muchas ocasiones, escenario de conductas delictivas como contrabando, inmigración ilegal o robos: la gestión de riesgos supone una ardua tarea de vigilancia en terminales, aparcamientos, aviones y pistas para la que la tecnología ofrece muchas respuestas.
Control de accesos
Una de las amenazas más palpables se encuentra en el primer corte. Que una persona consiga ir más allá del filtro inicial de acceso supondrá que podría haber conseguido pasar cualquier objeto prohibido más allá del detector de metales o la cinta de seguridad que ojea el personal de seguridad. Para que cualquier persona no autorizada no logre acceder a la zona de embarque, algunas de las multinacionales proveedoras de elementos técnicos desarrollan nuevos dispositivos.
Las áreas restringidas podrán ser protegidas por sistemas que integren una amplia gama de lectores, y cuya integración con la videovigilancia tenga la opción de registrar y grabar cualquier incidencia en el paso de personas: la más mínima violación en los accesos podría disparar automáticamente una alarma.
Incendios y evacuaciones
En lugares como aeropuertos, con tanta dependencia energética y presencia de combustibles, generadores y exposición a las inclemencias del tiempo, un incendio no es un suceso impensable. Ya sea accidental o provocado, como en toda situación de emergencia el protocolo a seguir es básico para la resolución del problema: detectar, localizar, verificar y contener. Las grandes superficies que ocupan las terminales, así como la gran densidad de personas que en ellas se agolpan, dificultan el trazado de rutas de evacuación rápidas y seguras, lo que plantea la necesidad de buscar alternativas.
El pánico puede ser un factor en contra a la hora de evacuar a masas de personas. La emisión de avisos claros facilita la coordinación de los servicios de emergencias en el control de las salidas, para lo que se aplicarán sistemas de megafonía modular y pautas que eviten las falsas alarmas. Además, se incorporarán avisos automáticos a los bomberos y se conectará todo con aspersores, ventilación y avisos por voz.
Videovigilancia escrupulosa
Los circuitos cerrados de televisión permiten reconocer e identificar a las personas que se encuentran en un determinado espacio. Estos sistemas, por ejemplo, dieron pie a la difusión de imágenes del «terrorista del sombrero» de Bruselas, que ya ha sido detenido. Los últimos avances técnicos en este campo ayudan a la detección de conductas sospechosas, equipajes abandonados e incluso dispositivos explosivos escondidos en automóviles aparcados.
La alta resolución de la imagen es clave para la posterior identificación de cualquier sospechoso, para lo que la figura del operador también será clave: deberá verificar o desechar alarmas generadas en las dependencias aeroportuarias, y dispondrá de sistemas de búsqueda forense para acceder de forma rápida a secuencias relevantes.
Objetivo: cero robos
Algunos de los nuevos sistemas que podrán incorporar las fuerzas de seguridad en los aeródromos permitirán evitar los robos, tanto a los pasajeros como en las propias dependencias de la instalación, como librerías o tiendas de recuerdos. Ya sean maletas a las que sus dueños han quitado el ojo de encima u objetos en venta, la utilización de sistemas de intrusión y vigilancia de puertas conectados a los circuitos cerrados de vídeo puede permitir un mayor nivel de detección de robos.
Los miembros de seguridad podrían aprovechar sensores de detección de movimientos y la precisión en evitar las falsas alarmas para, con sistemas similares a las alarmas instaladas en viviendas privadas, proteger superficies mucho más extensas y vulnerables ante allanamientos imprevistos.
[Imágenes: Control seguridad (archivo), asesino del sombrero (20minutos.es)]
Source: Coches