Aunque las cifras hayan ido disminuyendo, por desgracia el verano siempre se cobra varios fallecidos en las carreteras con motivo de un mayor tráfico y desplazamientos interurbanos. En estos casos, son los servicios de emergencia los que acuden al lugar del siniestro para rescatar a los heridos y contener los daños.
Con el desarrollo de la tecnología, los coches van equipados hasta los dientes con sistemas eléctricos y electrónicos que aumentan la comodidad y las funciones que el automóvil es capaz de llevar cabo, pero también aumentan el riesgo en caso de rescate. Y es que cortar un cable o equivocarse de circuito puede acabar provocando un incendio, por ejemplo.
Para agilizar los rescates y facilitar las labores de los servicios de emergencia hay que llevar en el coche la conocida como hoja de rescate. El RACC explica que este documento, que se suele llevar colocado en el parasol para que los bomberos puedan acceder fácilmente a él, informa los aspectos técnicos del coche de forma que los servicios de emergencia practicar un rescate más rápido y seguro. Tiene un formato estándar para toda Europa y se puede descargar para cada modelo de vehículo desde la propia web del RACC.
Los coches más antiguos no tienen este documento a disposición ya que no incorporan sistemas electrónicos que supongan un riesgo para los bomberos. Mientras que abrir un vehículo antiguo es, entonces, relativamente rápido, en modelos más modernos cortar la carrocería para acceder al interior requiere conocer la presencia de componentes de alta tensión, puntos idóneos de corte, etc. Esta información puede encontrarse en la hoja de rescate de tu vehículo. Además de dejarla en el parasol del coche, es aconsejable colocar algún adhesivo en el cristal del coche que avise a los agentes de la posibilidad de consultar esta hoja.
Source: Coches