El transporte contribuye al 14% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y, de ese porcentaje, dos tercios corresponden al transporte por carretera. La huella de carbono de la movilidad es, pues, elevada y en algunos casos se extiende desde el momento de la producción de los materiales hasta el final de su vida útil, incluso en el proceso de reciclado.
Es el caso de los neumáticos y, con motivo de la celebración este 5 de junio del Día Mundial del Medioambiente, desde TNU han querido recordar cómo influyen las ruedas en la huella de carbono del transporte y cómo es posible, a través de los neumáticos, reducir las emisiones y ser más sostenibles.
La vida útil del neumático, su periodo de uso, es cuando más aumenta su huella: un 90% del total. Aquí es donde entra en juego el buen cuidado y mantenimiento de los neumáticos para reducir las emisiones del transporte pero, al mismo tiempo, para ahorrar en consumo de combustible. Unas ruedas en mal estado aumenta el consumo de carburante del motor y, por lo tanto, provocan mayor cantidad de CO2. Por ejemplo, conducir con la presión correcta en las ruedas puede reducir el consumo de combustible y emisiones un 5%, además de prolongar la vida útil del neumático y contribuir a la seguridad al volante.
Neumáticos recauchutados
Pero, además de durante su vida útil, las emisiones que se generan durante la fabricación y reciclaje de neumáticos también pueden reducirse. Con la fabricación de neumáticos recauchutados, en vez de nuevos, pueden alcanzarse ahorros de entre un 50% y un 75% en el consumo de energía y materias primas, así como en las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La producción de neumáticos de turismo recauchutados tiene asociada un 51,7% menos de emisiones que la de los neumáticos nuevos equivalentes, lo que se traduce en una reducción media de 32,8 kilogramos de CO2 en emisiones a la atmósfera por neumático. Para los neumáticos recauchutados de camión y vehículo industrial, la reducción media es del 69,1%, lo que en términos absolutos supone evitar la emisión a la atmósfera de 234,3 kg de CO2 por neumático.
En cuanto al consumo de energía, en la fabricación de neumáticos recauchutados para turismo hay una reducción del 44,5% por término medio en comparación con la producción de un neumático nuevo de similares características, lo que equivale a un ahorro medio de 10,5 litros de petróleo por neumático. En cuanto a los neumáticos recauchutados de camión y vehículo industrial, el ahorro energético obtenido es del 69,6%, que equivale a un ahorro de 98,3 litros de petróleo por neumático.
Source: Coches