El repentino aumento de las temperaturas puede que haya pillado a algún conductor despistado y con el aire acondicionado sin revisar. El circuito del climatizador del coche funciona gracias a unos conductores completamente cerrados y flexibles por los que fluye el gas refrigerante gracias al cual se puede disfrutar de una temperatura agradable dentro del coche en verano.
Pese a que este circuito está totalmente cerrado y sellado, es posible que se produzcan fugas durante los años de uso debido a las vibraciones y al movimiento de la conducción. Una fuga de gas en el circuito del aire provocará que nuestro climatizador no funcione como debe.
El primer síntoma y fallo de una fuga de gas en el circuito del aire acondicionado será, irremediablemente, una falta de potencia en el sistema. Es decir, un escape de gas provocará que el aire acondicionado de nuestro coche no enfríe como debería o, directamente, ni enfríe.
Otras consecuencias de una fuga de este tipo será la imposibilidad de desempeñar los cristales del coche si es necesario quitar el vaho (aquí te explicamos cómo hacerlo) o, incluso, se podría detectar un mal olor a la hora de encender el aire.
Por último, una fuga importante de gas que no se detectara o reparara a tiempo podría acabar dañando el compresor del circuito, una avería que llegaría a costar hasta 1.000 euros reparar.
En condiciones perfectas, el aire acondicionado del coche no debería necesitar nunca de una recarga pero en el caso de sufrir alguna pequeña fuga, con realizar una recarga de gas cada dos años sería suficiente. Si se nota una pérdida de potencia más importante, lo mejor es acudir al taller para detectar la fuga y repararla ya que, de lo contrario, estaremos consumiendo combustible en vano, ya que el habitáculo no se enfriará.
Source: Coches