Si piensas en un todoterreno americano, 4×4 puro, de formas cuadradas, apto para cualquier terreno y con puertas desmontables, seguro que lo primero que se te viene a la mente es un Jeep Wrangler. Y no estarás mal encaminado, pues hasta ahora, en Europa, el Wrangler había campado a sus anchas, tranquilo y sin mucha competencia directa en su segmento. Pero las cosas han cambiado y, por primera vez, el Viejo Continente tiene otro mastodonte 4×4 americano que llega con todo para tocar y hundir al Jeep Wrangler: hablamos del nuevo Ford Bronco.
En Estados Unidos, la historia del Ford Bronco se remonta a nada menos que 1966, sí, el mismo año en que Ford batió con su GT40 de manera legendaria a Ferrari en las 24 Horas de Le Mans. Parece que en la década de los 60 la firma del óvalo azul hizo los deberes, pero bien hechos, pues también llegó 2 años antes una absoluta leyenda del automovilismo: el Ford Mustang. Pero volvamos a lo que realmente nos concierne. Durante cinco generaciones (en 1996 dejó de fabricarse, hasta ahora), el Ford Bronco ha llenado las calles de Norteamérica de todoterrenos tan capaces como vistosos, con un diseño muy personal y con unas cualidades fuera del asfalto fuera de toda duda. Sin embargo, al otro lado del charco, Europa no conocía apenas el nombre de un vehículo con tanta historia hasta que Ford decidió traerlo por primera vez hace tan sólo un año; en 2023.
En 20Minutos hemos probado muchos coches en esta sección, pero hoy en día no hay muchos que sean tan brutos y ‘a la vieja usanza’ como este. Quedan pocos coches todoterreno de verdad, de los de antaño, pero este es, sin duda, uno de los mejores. Y, tras tenerlo una semana, estas son las claves por las que, si tuviera el dinero (spoiler: no lo tengo), me lanzaba a por uno de estos coches en peligro de extinción.
1. Un todoterreno de cabo a rabo
El Ford Bronco mide 4,8 metros de largo; 1,9 de ancho y 1,85 de alto, con una altura libre al suelo de 261 milímetros (Badlands), una profundidad de vadeo de 800 milímetros y unos ángulos de ataque, salida y ventral de 38,1; 31,4 y 21,9 grados, respectivamente. También cuentan, todas las versiones, con tracción total desconetable (2H y 4H), con reductora (4L). Estamos por tanto ante un 4×4 total, con unas capacidades y unas cifras que no dejan ningún tipo de duda de para qué ha sido diseñado. A esto se suma que, dependiendo de la versión (se ofrecen 2: Outer Banks y Badlands), monta unas ruedas BF Goodrich Allterrain con bastante taco y un diferencial central que ayudará en las situaciones más complicadas fuera del asfalto.
También cuenta con un un sistema de selección de modos llamado G.O.A.T (Goes Over Any Terrain); pequeño chiste, que no coincidencia, al llamarlo así en referencia a ser el mejor de todos los tiempos en inglés; GOAT (Greatest Of All Time). En él podemos elegir entre distintos programas como Normal, Eco, Deslizante, Arena y Barro/Roderas. A estos se suma, en el caso del Outer Banks, un modo Sport; y en el Badlands, un par más para off-road: Rocas y Baja.
Asimismo, en el centro del selector de modos encontramos un botón que puede activar dos funciones más: Trail Control y Trail One-Pedal Drive. La primera es una especie de control de crucero para campo, en el que podemos colocar una velocidad baja para ir avanzando por un terreno complicado de manera gradual y lineal, de forma que nosotros sólo tendremos que ocuparnos de la dirección y del freno, en caso de necesitarlo. El segundo es todavía más cómodo, pues el coche se detendrá cuando levantemos el pie del acelerador.
2. Mecánica ‘a la americana’
Vale, no es un V8, pero el Ford Bronco llega a Europa con un motor gasolina V6 turbo de 334 CV de potencia, una ‘rara avis’ en el Viejo Continente que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Entre las buenas destacaríamos la solvencia y tranquilidad con la que mueve un coche de casi 2,3 toneladas, así como el sonido que emite, un gusto poder escuchar un coche hoy en día que suene tan bien.
Como contrapartida, como es lógico, su consumo no es para todos los bolsillos. Difícilmente conseguirás bajarlo de los 10 l/100 km (nosotros no lo conseguimos nunca), y si circulas por entornos urbanos, estará más cerca de los 20 litros que de los 10. Además, si haces un uso medio exigente como todoterreno, la cifra sube por encima de los 25 l/100 km. Esto es normal para la potencia, el peso y las capacidades del coche, pero no deja de ser algo que, a este lado del charco, llama nuestra atención por cifras; acostumbrados a que un consumo que supere los 7-8 l/100 km, sea elevado.
3. Un interior bien resuelto
No es un coche extremadamente espacioso en su interior para el tamaño que tiene, pero sí está bien resuelto, con suficiente espacio en las plazas traseras para que viajen cómodos adultos, un maletero de 504 litros, unas plazas delanteras generosas.. Pero lo más llamativo de su habitáculo es cómo está terminado todo. No esperes lujosos materiales como el Alcantara o el cuero Nappa, pero sí se han utilizado plásticos de muy buena calidad a lo largo de todo el interior, con los botones incluso presumiendo de sellado de silicona para poder pegarle un manguerazo al interior en caso de que esté realmente sucio.
Es, por tanto, un habitáculo orientado a la practica del todoterreno, pero no olvida tampoco el confort, con asientos y volante calefactables, una gran pantalla táctil de 12 pulgadas con Apple CarPlay y Android Auto, botones y ruletas grandes y de goma para poder operarlas con comodidad, techo desmontable… Muy bien resuelto por parte de Ford y con una sensación de calidad superior a su rival americano más directo.
4. No es el coche ideal para el día a día
No es que no podamos utilizarlo en un uso diario, es que tampoco es para lo que está pensado. Si se quiere, se puede; eso está claro, pero el Ford Bronco es un coche ruidoso, con poco aislamiento (al quitarse el techo por paneles, entra mucho ruido por no estar tan sellado como estaría un coche de techo fijo), que consume bastante combustible, con un tamaño que hará difícil que aparques en muchos aparcamientos y plazas de garaje, con una altura que tampoco dejará que entres en el 100% de los lugares subterráneos… Sin embargo, cuando se le da el uso para el que ha sido pensado, una utilización mixta entre carretera y campo, el Bronco es una auténtica delicia. Pocos terrenos se le resisten, y no es un decir, es que en nuestra prueba tuvimos que irnos a lugares realmente feos para poder buscarle siquiera las cosquillas, y los superó sin mucho esfuerzo.
Es un lujo que, en pleno 2024, con la que está cayendo en Europa en el tema del automóvil, haya marcas que sigan apostando por este tipo de concepto de vehículo que, para muchos, es afición e incluso necesidad, dependiendo del tipo de trabajo que realicen.
5. Precio
Ahora bien, y ya para cerrar la prueba, todo lo bueno tiene un precio, y si quieres hacerte con una bestia del calibre del Ford Bronco te tocará rascarte (bastante) el bolsillo, porque arranca en España desde los 73.519 euros (con descuentos y promociones directamente sacados de la web de Ford) para el Outer Banks; y 78.120 euros para el Badlands. Para hacer la comparativa, un Jeep Wrangler en acabado Sahara, su rival más directo, arranca en nuestro país 77.327 euros (precio online), aunque se vende con tracción 4xe, híbrido enchufable y con etiqueta Cero de la DGT, el Bronco es gasolina con etiqueta C. Si queremos el Wrangler Rubicon (rival del Bronco Badlands), el precio sube a 79.527 euros (online), con etiqueta Cero también.
Source: Coches