Los factores que pueden alterar la seguridad vial y provocar un accidente son muchos y de diferente naturaleza. Desde el propio conductor hasta el estado de la carretera pasando por el mantenimiento del vehículo.
De todos los aspectos que afectan al conductor, uno de ellos que podría evitarse con prevención es el uso de algunos fármacos al volante. Según la Organización Farmacéutica Colegial, uno de cada tres medicamentos tienen efectos secundarios que afectan a la conducción.
Ahora que es verano y que aumentan los desplazamientos en vehículo privado o particular, los farmacéuticos aprovechan para recordar los peligros de conducir bajo tratamiento médico sin conocer los efectos secundarios.
Desde la Organización, recuerdan así mismo que el 17% de los conductores declara estar en tratamiento farmacológico pero que, sin embargo, tres de cada cuatro reconoce no tener información sobre el efecto de su medicación.
A esto se suma, además, que muchos conductores utilizan medicamentos que no precisan receta y desconocen y minusvaloran los efectos que también pueden presentar.
Para saber si el medicamento que estamos tomando puede interferir en nuestra seguridad vial, los farmacéuticos recuerdan que en las cajas del 32% de los fármacos hay un pictograma que señala si este puede afectar a la capacidad del conductor al volante.
Dicho pictograma consiste en un triángulo equilátero rojo con un coche negro en el interior sobre fondo blanco y los fármacos que lo contienen pueden influir en la conducción de muy diversas maneras: bien produciendo un efecto terapéutico contraindicado en caso de conducir o bien como consecuencia de un determinado efecto adverso.
Hay varios tipos de efectos adversos a la conducción. Uno es la somnolencia o efecto sedante, mientras que otros son la reducción de los reflejos y aumento del tiempo de reacción, la alteración de la percepción de las distancias, las alteraciones oftalmológicas o de la audición, los estados de confusión y aturdimiento y las alteraciones musculares.
Source: Coches
