Sáb. Nov 16th, 2024

Uno de cada tres siniestros de tráfico se produce por circunstancias de visibilidad limitada o por iluminación deficiente (36,6%). Destacan los que ocurren con iluminación artificial de la vía (sin luz natural), que suman 75.537, el 16% del total de siniestros del periodo analizado; los que se producen sin iluminación de la vía, ni natural ni artificial (58.714, el 12,5%); y los que tienen lugar con meteorología adversa (48.817, el 10,2%).

A lo largo del periodo analizado el porcentaje de siniestros mortales se mantiene estable, sin embargo, con el tiempo aumentan los siniestros mortales en dos casos muy concretos: no usar el alumbrado reglamentario (que ha pasado del 1,7% en 2017 al 6,4% en 2021) o circular sin luz o deslumbrando (que crecen del 1,9% al 3,2%).

A peor visibilidad, mayor gravedad del siniestro

Al analizar la relación existente entre iluminación deficiente y lesividad de los siniestros, el estudio concluye que los siniestros más graves, con más fallecidos o heridos graves, son aquellos en los que no se usa el alumbrado reglamentario o se circula sin luz o deslumbrando. Cuando concurren esas circunstancias, la lesividad es más del doble que en el resto de los siniestros analizados. Usar una iluminación no reglamentaria conlleva una lesividad muy alta en caso de siniestro. Por eso es importante evitar, por ejemplo, productos que generen deslumbramiento, porque en caso de siniestro sus consecuencias son mucho más graves. Sin embargo, el análisis de los siniestros por iluminación deficiente en el periodo estudiado muestra que la meteorología adversa se traduce en un menor número de víctimas mortales, según los autores del estudio al aumentar en esos casos el nivel de alerta de los conductores y reducir también la velocidad a la que se circula.

Más siniestros y más lesivos en vías urbanas

El análisis comparativo de los siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente en vías urbanas e interurbanas concluye que se producen significativamente y en casi todas las categorías más siniestros en las primeras que en las segundas (63,7% frente a 36,3%). Concretamente, en vías urbanas, por iluminación artificial (82,4%), meteorología adversa (82,4%) y por infracción del alumbrado (73,3%). Sin embargo, mientras que en el caso de los siniestros por infracción del alumbrado en vías urbanas la siniestralidad es alta (73,3%), con una frecuencia de ocurrencia muy baja (0,2%), y una elevada mortalidad (2,6%), en el de los siniestros por iluminación artificial la siniestralidad es también alta (82,4%) con una frecuencia de ocurrencia alta (16%) pero una mortalidad baja (1,3%)

En vías interurbanas, conducir sin iluminación es la mayor causa de siniestralidad. No obstante, los siniestros con mayor índice de mortalidad se producen en carreteras convencionales de calzada única donde concurre una visibilidad restringida por deslumbramiento (54,8%), el uso de alumbrado no reglamentario (55,6%) o una infracción por alumbrado al circular sin luz o deslumbrando (54,8%).

Llama la atención que los patinetes y las bicicletas son los vehículos más implicados en siniestros en vías urbanas por no usar alumbrado reglamentario (37,2%) o por infracción del alumbrado (19,3%). Los turismos, por su parte, están muy implicados en siniestros con visibilidad restringida (83,6%) y muy poco en los siniestros por meteorología adversa (64%). Todo lo contrario a lo que sucede en el caso de los ciclomotores, donde la meteorología adversa concurre en el 61% de los siniestros y la visibilidad restringida en el 18,1%.

Los peatones, los más afectados

Peatones, conductores y pasajeros sufren las consecuencias de los siniestros por iluminación deficiente, pero muy especialmente los primeros. La letalidad es mucho mayor para ellos: cuatro de cada diez fallecidos con visibilidad restringida son peatones. También uno de cada tres fallecidos con iluminación artificial y una de cada cuatro con meteorología adversa.

Los hombres más jóvenes son los conductores más implicados en la mayoría de los siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente. El porcentaje de hombres supera el 75%, llegando a representar el 76,9% en los siniestros donde se da una infracción por alumbrado, esto es, por circular sin luz o deslumbrando. Por edades, el segmento de conductores más implicados en siniestros tienen menos de 25 años en el 58,2% de los casos.

Ciclomotores y las motocicletas son los vehículos más implicados en siniestros con visibilidad limitada por iluminación deficiente. Especialmente en el caso de aquellos que se producen con iluminación artificial (27,2%) y meteorología adversa (37%). Cabe destacar, también, que la antigüedad media de los vehículos implicados en este tipo de siniestros es mayor que la de los vehículos involucrados en el resto de siniestros (10,45 años). Igualmente, que son precisamente los vehículos más entrados en años los que están más implicados en siniestros por no usar alumbrado reglamentario, siendo la edad media en estos casos de 12,57 años, una circunstancia que podría agravarse en los próximos años por el progresivo envejecimiento del parque.

Recomendaciones y compromisos

Realizar inspecciones visuales periódicas; reemplazar las lámparas por pares; sustituir las lámparas por otras más potentes; mantener las luces encendidas durante el día si no se dispone del sistema de luz diurna; revisar el estado de la batería; restaurar el estado de los faros y grupos ópticos; regular los faros y mantenerlos en buen estado; equipar lámparas homologadas; y consultar siempre al mecánico profesional.


Source: Coches

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por admin