El paso del tiempo hace mella en los coches, que ven como algunos de sus componentes van perdiendo fuerza, se deterioran o necesitan un cambio. Los kilómetros que acumulan los diferentes sistemas del vehículo pasan factura y pueden repercutir en el rendimiento del mismo. Un síntoma de que algo no va como debe es cuando el coche no acelera o no lo hace como antes.
La pérdida de aceleración del vehículo o de potencia a la hora de pisar el acelerador es una clara señal de que hay un problema detrás. Existen varios motivos que provocan que un coche no acelere como de costumbre y algunos conllevan una costosa reparación.
Motivos por los que el coche no acelera bien
Una de las causas más probables de la pérdida de aceleración es un filtro del combustible sucio. El filtro del combustible es un protector que impide el paso de la suciedad al circuito de inyección del vehículo, a la bomba de presión, al circuito de alimentación o a los inyectores. Puede estropearse por un mal mantenimiento, humedad, mal combustible… Una obstrucción del filtro disminuirá irremediablemente la entrada de combustible al motor y generará pérdidas de potencia, afectando en la aceleración.
Una segunda razón es que haya problemas en el embrague. Si esta pieza no acopla correctamente con la caja de cambios o, tras un calentamiento excesivo, se ha deformado, puede afectar a la capacidad de aceleración del coche al no permitir que las marchas se adecúen a la velocidad del motor.
Por último, si el coche no acelera bien puede ser que haya problemas con la correa de distribución, un elemento del vehículo que hay que cuidar y revisar para evitar averías catastróficas. Lo habitual es cambiarla antres lo 100.000 y los 120.000 kilómetros ya que, de romperse, provocará daños graves en el motor. Arreglar una correa de distribución rota puede llegar a costar 3.000 euros.
Source: Coches