Los años 60 del siglo pasado fueron excepcionales para Ford, ya que en aquella década nacieron dos modelos icónicos, el deportivo Mustang allá por 1964 y el todoterreno Bronco en 1966. Ambos marcaron un antes y un después en sus respectivos segmentos, y los dos han logrado perdurar en el tiempo para que podamos disfrutarlos hoy en día.
Es cierto que el Ford Bronco ha vuelto tras un largo periplo, pues tras cinco generaciones su fabricación se discontinuó en 1996, y fue en 2021 cuando Ford lo recuperó con el propósito de que volviera a ser uno de los máximos exponentes de los vehículos todoterreno.
El actual Bronco se lanzó en EE.UU. hace dos años, pero es ahora cuando desembarca en Europa y España, por primera vez en la historia, para convencer a los amantes vehículos más emocionales y aventureros.
Hablamos de un todoterreno puro, con una imagen angulosa que combina a la perfección lo tradicional y lo moderno, como se puede apreciar en el lenguaje lumínico, por ejemplo. Con 4,8 metros de longitud y cerca de 3 de distancia entre ejes, estamos ante un coche de gran tamaño que se ofrece en dos versiones con características propias, la elegante y estilizada Outer Banks y la más especializada Badlands, que tiene una preparación orientada a la práctica del todo terreno extremo.
Las dos variantes comparten, eso sí, una rotunda mecánica de 6 cilindros en V turboalimentada con 2,7 litros de cubicaje y nada menos que 335 caballos de potencia, una cifra que se acompaña de 563 Nm de par para tener un rendimiento óptimo en todo tipo de situaciones.
Asociado a este motor hay una transmisión automática de diez marchas, pero el sistema de tracción total es distinto según la versión, ya que la variante Badland dispone, además de reductora, de barra estabilizadora desconectable y diferencial delantero autoblocante para conseguir mayor eficiencia y precisión en condiciones extremas. A ello se une un sistema automatizado de reparto de par entre cada eje, un recorrido más largo de la suspensión y mejores ángulos de ataque, vadeo y salida.
Otro rasgo peculiar del Bronco es que se pueden desmontar con facilidad y con tan solo una sola herramienta muchos de sus elementos, como el techo rígido o cada una de las cuatro puertas (opción esta viable solo para el uso en campo). Las ruedas también son diferentes según versión, con llantas de 18 pulgadas el Outer Banks y de 17 con tacos las del Badlands.
El interior es amplio gracias a la enorme distancia entre ejes y ofrece un ambiente genuinamente prémium, aunque también está pensado para que sea fácil de limpiar después realizar una conducción todoterreno.
El salpicadero, muy vertical y con una gran sección, dispone de dos asideros en los extremos. Detrás del volante multifunción hay un cuadro digital de 8 pulgadas con velocímetro analógico y en el centro destaca la pantalla central de 12,3” que integra el sistema multimedia Sync 4. Ambos elementos proveen de la información básica de conducción y tienen apartados específicos para la práctica del todoterreno (con ángulo de inclinación y pendiente o croquis del funcionamiento del sistema de tracción), y la cámara de 360º equipada de serie en las dos versiones permite visualizar el entorno, algo muy útil para maniobrar y controlar obstáculos e irregularidades en conducción off road.
Todo bajo control
La altura libre al suelo es de 237 mm en el caso del Outer Banks y de 261 mm en el del Badlands, de modo que es fácil concluir que la posición de conducción es bastante más elevada de lo normal. Hay mucha superficie acristalada y todo se controla a la perfección, aunque las dimensiones del Bronco no invitan a transitar por calles estrechas, precisamente.
Para conducir hay diferentes perfiles que ajustan el sistema de tracción, motor y cambio a distintas circunstancias, sobre todo fuera de carretera. Comunes a ambos son los modos Normal, Eco, Deslizante, Barro/Surcos y Arena, pero el Outer Banks añade el Sport para un mejor desempeño en carretera y el Badland agrega el de Rocas y Baja, este último para aportar el máximo de prestaciones más allá del asfalto.
Durante nuestra toma de contacto, mayoritariamente por carretera pero con varios kilómetros por caminos, destaca lo bien que se asienta sobre el asfalto a pesar de su envergadura y peso (entre 2,2 y 2,3 toneladas), pero aún más en los caminos, donde parece más ligero, responde con fidelidad a la dirección y la suspensión filtra con mucha suavidad cualquier irregularidad. Se puede ir bastante rápido sobre este terreno.
El motor V6 tiene un sonido ronco y contundente, y llega al habitáculo poco filtrado, lo que da mucha sensación de potencia –que la tiene y de sobra– pero reduce el confort acústico a bordo.
También destaca la eficacia de los frenos, no en vano equipa discos de gran tamaño, y las prestaciones están a la altura de la circunstancias, con una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 6,7 segundos (variante Outer Banks) y una punta de velocidad de 161 km/h en ambos casos.
Otros recursos a destacar del Bronco fuera de carretera son el Trail Control, un regulador de velocidad para pendientes; el Trail Turn Assist, que reduce el radio de giro hasta en un 40% frenando la rueda interior, y el Trail One-Pedal Drive para acelerar y frenar utilizando solo el pedal del acelerador.
Desde 86.896 euros
Hemos visto que el Ford Bronco es un todoterreno del segmento prémium con enormes capacidades, y eso lógicamente se proyecta en el precio. Ya a la venta, la versión Outer Banks tiene un precio de partida de 86.896 euros, mientras que la más especializada Badlands asciende hasta los 91.496 euros.
Además de lo ya descrito, el Ford Bronco tiene un equipamiento muy amplio en el que se incluyen faros LED, acceso y arranque sin llave (con apertura también en remoto), volante y asientos de cuero calefectados, conexión y carga inalámbrica para dispositivos móviles, sistema de sonido Bang & Olufsen con 10 altavoces, navegación conectada y un surtido de ayudas a la conducción entre los que destaca el sistema de mantenimiento de carril automatizado o la alerta de vehículos en ángulo muerto con aviso de tráfico cruzado.
Y aunque tradicionalmente el Bronco es un coche altamente personalizable, de forma opcional en las dos versiones solo está disponible el gancho de remolque o la tienda trasera, ya que las barras del techo y las taloneras son de serie en el Badlands. Este puede montar también una barra complementaria de luces en el techo y otra en el retrovisor para la conducción off road (tiene una preinstalación con interruptores preparada).
Source: Coches