Son (casi) infalibles y muy discretos. Estas dos características hacen que los radares veloláser sean los más ‘letales’ de todos los cinemómetros que dispone de la DGT en lo que se refiere a detectar y sancionar excesos de velocidad. Además de saber dónde están ubicados (aquí puedes consultar el mapa), es también importante saber cómo funcionan y sancionan estos aparatos.
Sus características técnicas y especificaciones son la razón de su gran operatividad. Apenas miden medio metro, tienen un peso muy ligero de alrededor de dos kilos y pueden trabajar apoyados sobre un simple trípode o colocados sobre un vehículo, sea el salpicadero de un coche o el asiento de una moto. Así mismo, se pueden colocar en pórticos y otras estructuras, como guardarraíles, donde son casi imperceptibles para los conductores.
Gracias a su batería, pueden trabajar autónomamente durante casi cinco horas y, para más inri, se pueden controlar por WiFi. Son muy sensibles, por lo que operan igual de bien de noche que de día y pueden detectar infracciones en ambos sentidos de circulación, aunque alcanzan su máxima operatividad en zonas urbanas.
Estos radares se probaron en 2018 (tras haberse aprobado una partida presupuestaria de más de 860.000 euros para su compra) y, desde entonces, hay 60 unidades repartidas por las carreteras españolas.
Cómo multan los radares veloláser
El proceso para interponer una sanción a aquellos conductores que excedan los límites de velocidad es el mismo que cuando operan otros radares, pero la base científica detrás de los veloláser es diferente. Estos cinemómetros trabajan según el efecto Doppler, que, básicamente, son los cambios de frecuencia que sufren las ondas sonoras conforme la fuente que las emite y el receptor se acercan o alejan.
Gracias a esta base científica y la tecnología láser, estos radares pueden detectar de una manera mucho más precisa los excesos de velocidad para los que están calibrados, pudiendo distinguir el tamaño de los vehículos en circulación (turismos y camiones, por ejemplo), aplicando diferentes límites de velocidad para cada uno.
Una vez que el veloláser ha detectado un exceso de velocidad, manda la información y la fotografía al dispositivo cercano (como una tablet) con el que está conectado gracias a su conexión 4G o 3G. Esta tablet estaría en manos de los agentes de Tráfico, que serán los encargados en última instancia de redactar y proponer la sanción al infractor.
Los agentes no tienen por qué el alto en el momento al conductor infractor, ya que este tipo de multas se pueden enviar por correo ordinario al domicilio que figura como el habitual del propietario del vehículo. Si no era este el que conducía el vehículo en el momento de la infracción, habrá que identificar al conductor para evitar sanciones añadidas.
Qué margen de error tienen los radares veloláser
Los radares tienen márgenes de error. Es decir, cuentan con un pequeño margen en la detección de los excesos de velocidad que está regulado en la Orden Ministerial ITV/2010. El margen de error de un radar es la ligera variación que existe entre la velocidad real a la que circula el coche y la que registra el aparato, ya que por muy precisos que sean siempre cabe algún desvío o fallo en la medición de velocidad.
Al aplicar el margen de error, se quiere corregir esta pequeña variación para que la medición sea lo más justo posible para el conductor, ya que los velocímetros de los vehículos tampoco señalan la velocidad precisa a la que se conduce.
Según el tipo de radar y de límite de velocidad, se aplican diferentes márgenes de error. Así, para los cinemómetros fijos y móviles, se aplica un margen de 7 kilómetros en aquellas zonas en las que hay que circular a máximo 100 kilómetros por hora y del 7% de la velocidad detectada en las vías en las que el límite supera los 100 km/h. Por otro lado, para los helicópteros y los radares de tramo, el margen de error siempre se fija en el 10% de la velocidad de circulación detectada.
Los radares veloláser, sin embargo, tienen un margen de error menor que estos dos supuestos contemplados. Según una sentencia del Tribunal Supremo, esta cifra será del 5%, es decir, de 5 kilómetros sobre la velocidad de circulación detectada.
Source: Coches