Jue. Nov 14th, 2024

Después de varios años subiendo en ventas y asentándose como el tipo de vehículo favorito entre la mayoría de la gente, los SUV son la realidad del mercado, con las marcas apostando por ellos más que nunca en detrimento de otras siluetas que históricamente han triunfado y ya no lo hacen tanto, como las berlinas o los compactos, casi inexistentes las primeras en la actualidad y menguando en las ventas los segundos. De hecho, representaron el 58,4% de las nuevas matriculaciones durante el año 2022, según el informe anual de ANFAC. Durante el pasado año se vendieron más de 471.000 unidades de este tipo de vehículos.

Su mayor altura de conducción, la facilidad de acceso, el amplio maletero con gran boca de entrada o la facilidad a la hora de poner a los niños en los sistemas de retención infantil, son algunas de sus ventajas que han hecho que los SUV dominen el mercado. Ante este ‘boom’ que se viene registrando en los últimos años, cabe destacar que hay determinados elementos de este tipo de vehículos que pueden requerir de una revisión mayor por el desgaste debido a su mayor peso, así como que las piezas en estos casos serán más caras porque son más grandes; así lo recoge un informe realizado por Norauto.

¿Qué elementos sufren más?

Los SUV son vehículos con carrocerías y ruedas más grandes que un utilitario. Además, la incorporación de nuevos sistemas de seguridad obligatorios y las baterías de los híbridos y eléctricos hacen que este tipo de vehículos sean especialmente pesados. Todo ello hace que haya determinados componentes del vehículo que en el caso de los SUV tengan un desgaste más prematuro. Concretamente, los neumáticos, los amortiguadores, las rótulas y los frenos.

En primer lugar, los neumáticos deben hacer frente a ese peso mayor, peso que se ha ido incrementando con los años, sobre todo en los híbridos y eléctricos por las baterías. Debido a este mayor peso, las gomas durarán menos tiempo y habrá que comprobar el testigo que incorporan los neumáticos que alerta sobre la necesidad de sustitución. También hay que revisar que no tengan bultos, cortes o deformaciones. Por cierto, una dato en el que no piensa mucha gente cuando se compra un SUV es lo que costará cambiar luego un neumático, pues al tener esos tamaños y esas llantas tan grandes, el incremento de precio respecto al de un utilitario será sustancial.

Otro de los elementos de los SUV que también se suelen desgastar con mayor frecuencia son los amortiguadores y las rótulas, al igual que ocurre con los neumáticos, el peso extra es el principal motivo. No se puede comprobar su desgaste a simple vista y, por lo tanto, es recomendable acudir a un taller. Entre las pistas que pueden indicar un desgaste de los amortiguadores se encuentran: desgaste de los neumáticos de manera irregular, aumento en el tiempo y distancia de frenado, pérdida de control de vehículo en curvas, vibraciones en el volante, entre otros.

Y muy ligado también con el peso de estos vehículos está el desgaste prematuro de los frenos. Y es que al pesar más, se deterioran antes. Se percibe cuando el vehículo tarda más en frenar o cuando suenan al pisar el pedal del freno. Aunque en este apartado, si el SUV es de propulsión eléctrica, suelen contar con frenada regenerativa e incluso, en muchos modelos, conducción con un solo pedal, que hace que al levantar el pie del acelerador la frenada regenerativa detenga por completo el vehículo, sin pisar el freno y, por ende, sin desgastarlos.


Source: Coches

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por admin