La visión es el sentido que mas información nos facilita cuando conducimos. La agudeza y el campo visual y la sensibilidad al contraste son capacidades que influyen en la imagen final que llega a nuestro cerebro y que nos permite reaccionar y actuar de acuerdo a lo que estamos viendo. Sin embargo, alguna de estas capacidades se puede ver afectada por enfermedades visuales y problemas ópticos, lo que puede actuar negativamente sobre la seguridad vial.
En el informe ‘La Visión en España 2020’ se afirma que un 80% de la población española tiene al menos un problema visual y entre los más habituales se encuentra la miopía, la presbicia y el astigmatismo, seguidos de la hipermetropía y las cataratas. De este porcentaje, un 30% tiene al menos dos problemas de visión y un 14% llega a sufrir tres distintos.
Estas dolencias pueden mermar la capacidad de procesar la información mientras estamos al volante y, por tanto, influir sobre la seguridad vial de manera perjudicial. Es precisamente durante la conducción cuando más al tanto debemos estar del entorno que nos rodea y la función de la vista es una de las más complejas del organismo, por lo que si algo falla la capacidad de conducir se puede ver mermada.
El doctor Nouzet, en el Manual sobre Neurología y Conducción, explica que mientras conducimos debemos estar atentos «a las imágenes procesadas en los campos visuales centrales y periféricos, en diferentes condiciones de luminosidad y, por lo tanto, de contraste entre las imágenes, mientras está en movimiento sobre un entorno que, a su vez, tiene otros objetos móviles y, en muchas ocasiones, en condiciones adversas que, por sí mismas, disminuyen la visibilidad».
Por este junto de razones y factores y para prevenir situaciones de riesgo en carretera, la DGT aconseja seguir las siguientes recomendaciones si se sufre algún problema visual.
- Utiliza gafas o lentes de contacto para conseguir la mejor visión al volante.
- Si se necesitan gafas ‘de cerca’, es recomendable usar unas gafas progresivas para observar mejor la información que se recibe a través del tablero del vehículo.
- Unas gafas de sol que eviten el exceso de luz hacen la conducción más confortable.
- Si existen dificultades para conducir de noche (no distingue bien las señales, no calcula bien la profundidad, etc.), hay que evitar conducir en horario nocturno o cuando haya malas condiciones de luminosidad (lluvia, niebla…).
- Reducir la velocidad: al aumentarla, se reduce el campo de visión
- Si se toman medicamentos, hay que seguir las instrucciones del médico y no conducir de noche.
- Si vamos al oftalmólogo y, con motivo de una exploración, nos dilata la pupila, no hay que conducir hasta que no pase el efecto de la medicación.
- Procurar conducir por rutas conocidas y poco concurridas.
Source: Coches