Jue. Abr 25th, 2024

Mazda es, efectivamente, una empresa centenaria. Su historia comenzó en 1920, pero por aquel entonces su actividad quedaba lejos de la automoción, porque fabricaba y comercializaba productos de corcho. Dos catástrofes, el terremoto de Kanto en 1923 y la bomba de Hiroshima en 1945, hicieron que la marca recondujera su labor hacia la industria siderúrgica, y llegó a fabricar vehículos de dos y tres ruedas que sirvieron para dar servicio y reconstruir las zonas devastadas.

Hubo que esperar a 1960 para conocer el primer turismo de Mazda, el R360 Coupé, un vehículo de apenas 3,5 metros muy ligero y asequible que triunfó desde el primer momento. Ese fue el germen de una marca que empezó a crecer de manera imparable y que ha sido, y es, muy importante para el automovilismo.

Uno de los grandes hitos de Mazda, como no podía ser de otra forma, fue la irrupción del MX-5 (también conocido como “Miata”) a finales de los ochenta, un deportivo biplaza del que se han vendido más de un millón de unidades en todo el mundo. Se basaba en el concepto de diseño “jinba ittai”, que conecta al coche con el conductor, pero sobre todo era sumamente atractivo y no tenía un precio descabellado.

Ahora, 31 años y cuatro generaciones más tarde, podemos hablar de este coche en los mismos términos, pero con una evolución que ha ido ligada a la de la marca en las últimas tres décadas.

El Mazda MX-5 que hemos probado es la versión roadster con motor 1.5 Skyactiv-G de 132 caballos, que ha sido la única elegida para “vestir” y nutrirse del equipamiento especial de la versión conmemorativa.

El color blanco perlado de la carrocería y el burdeos de la capota no han sido elegidos al azar, sino que rinden homenaje al antes mencionado R360 Coupé de 1960.

Con 3,9 metros de longitud y una generosa anchura, el diseño de este MX-5 es absolutamente cautivador, uno de los más bonitos del segmento de los deportivos de dos plazas. La fuerza del frontal, el capó elegantemente abombado, los laterales ensanchados y la corta sección trasera, con sus particulares ópticas, atrae muchas miradas. Y no es para menos.

El interior, con asientos deportivos a juego con el techo retráctil, la moqueta y las alfombrillas específicas, solo tiene un toque «de vanguardia», la pantalla del sistema multimedia de 7” en un salpicadero rematado en piel de agradable tacto, el mismo que protege y decora el volante, la corta palanca de cambios y el freno de mano. También destacan lo paneles superiores de las puertas del mismo color de la carrocería, cuyo efecto es muy bonito.

El cuadro de instrumentos es clásico, aunque de los tres relojes el izquierdo es una pantalla digital en el que se ofrece mucha información. En la parte superior de la consola central están los mandos de la climatización y debajo, junto al cambio, hay una compacta botonadura para manejar el sencillo y práctico sistema multimedia.

Respecto a otros MX-5, además de los colores específicos, esta variante especial se distingue por los logotipos con la inscripción “100 years 1920-2020” en la aleta izquierda, en la parte central de las llantas, en los asientos y en las alfombrillas interiores.

Aunque el tiempo no acompañó durante nuestros días de prueba a causa de una persistente lluvia, aprovechamos los pocos momentos en que apareció el sol para rodar con el MX-5 descapotado. El sistema de plegado y desplegado es manual, y el proceso es muy rápido: solo hay que desbloquearlo con un pulsador en la parte central interior, empujarlo hacia atrás y esperar a que suene el “clic” que indica que se ha enganchado.

Detrás de los asientos hay un deflector para mejorar la aerodinámica y debajo se ubica una pequeña guantera, a lo que hay que añadir, claro, el pequeño maletero de 130 litros que da para al menos un par de mochilas, por ejemplo.

Entrar y salir con la capota puesta requiere de cierta contorsión, pero una vez ubicados la posición al volante predispone para la conducción, con una posición baja y con las piernas bastante estiradas.

El motor, un Skyactiv de gasolina de última hornada, con 1,5 litros y 132 caballos, emite un seductor sonido en frío, pero después, rodando por la ciudad y a bajo régimen no es ni mucho menos ruidoso.

En carretera empezamos a sacar más jugo a la mecánica, que invita a exprimir el motor hasta arriba, con, ahí sí, un rugido que se alarga hasta las 7.000 vueltas de la zona “blanca” del cuentarrevoluciones, para después cambiar de marchas con una palanca que permite hacerlo rápidamente sin perder un ápice de potencia y seguir con el proceso hasta que el sentido común y la legalidad se impone.

La dirección es sensible y directa, y se nota cómo la potencia sobreviene del eje trasero, de modo que es importante no acelerar antes de tiempo en las curvas. La suspensión es dura, pero en ningún momento incómoda, y las prestaciones más que razonables dado los poco más de 1.000 kg que pesa este MX-5. Sea con techo o sin él, se disfruta mucho conduciendo gracias a su espléndida agilidad.

Además de los rasgos distintivos de la carrocería y tapicería, esta versión «100º Aniversario» cuenta con un amplio e interesante equipamiento, de modo que por los 32.835 euros que cuesta este MX-5 1.5 Skyactiv-G tenemos disponible, de serie, acceso y arranque sin llave, control de crucero, climatizador, sistema multimedia con pantalla de 7 pulgadas compatible con Apple CarPlay y Android Auto, sensor de lluvia y luces, llantas de 16 pulgadas y cámara de visión trasera.

En cuanto a ayudas a la conducción, la apuesta es también fuerte, y la dinámica de este deportivo viene apoyada por elementos importantes como el detector de fatiga y de tráfico trasero, reconocimiento de señales de tráfico, control de ángulo muerto avanzado, sistema de alerta de cambio involuntario de carril o asistente de frenada en ciudad con reconocimiento de peatones.

Si buscas tu primer deportivo, aunque hay muchos y más potentes –la propia marca ofrece la versión 2.0 Skyactiv-G con 184 CV– este MX-5 conmemorativo pone historia, diseño y mucho equipamiento en tus manos sin hipotecarse para toda la vida y ofreciendo un gran disfrute de la conducción.

Motor: Gasolina.

Potencia (kW/CV): 97/132.

Cambio: Manual, 6 velocidades.

Largo (mm): 3.915.

Ancho (mm): 1.735.

Alto (mm): 1.235.

Maletero (litros): 130.

Velocidad máxima (km/h): 204.

De 0 a 100 km/h (seg.): 8,3.

Consumo medio (l/100 km): 6,3.

Emisiones CO2 (gr/km): 142.

Precio (euros): 32.835.


Source: Coches

Share Button

por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *