La póliza del seguro es un trámite que hay que tener siempre al día y bien actualizado, ya que nunca se sabe cuándo puede tener lugar un percance en el que nuestro vehículo sea protagonista. Las multas por circular sin el correspondiente seguro para el automóvil o moto superan los 3.000 euros y la cobertura mínima obligatoria es la que sufraga los daños a terceros.
¿Qué pasa cuando el contrato caduca? Habitualmente, este tipo de pólizas se renuevan automáticamente una vez que ha vencido su periodo de validez. Si embargo, esta renovación depende del pago del coste del seguro. Es decir, si no se abona el precio correspondiente al servicio, el contrato queda rescindido y el conductor, sin cobertura.
Para evitar que, en el caso de no poder hacer frente o retrasarse en el pago de la cuota anual, las aseguradoras ofrecen a sus clientes el llamado mes de gracia. Es una prórroga durante la cual los vehículos siguen cubiertos aunque el contrato ya haya caducado o el propietario aún no haya efectuado el abono.
Muchos clientes, como explican desde el comparador online Rastreator, entienden esta prórroga como un mes ‘gratis’ durante el que la compañía sigue cubriéndoles hasta que paguen, pero nada más lejos de la realidad. Una vez que se abone la cantidad debida, la fecha de inicio del contrato y, por tanto, la duración válida del mismo se establecerá con el día del vencimiento del acuerdo anterior como referencia.
Si durante esos 30 días de margen para el pago se sufre algún tipo de percance o de accidente de tráfico, la aseguradora se hará cargo de los costes una vez que el cliente haya realizado el ingreso de la nueva cuota anual. En el caso de que, una vez finalizado el mes de gracia, el cliente no haya satisfecho el pago, la aseguradora podrá reclamar el dinero vía judicial, no cubrir los desperfectos ocasionados en caso de siniestro y, sobre todo, el vehículo dejará de estar cubierto.
Source: Coches
