Una vez que los niños crecen y entran en la edad de ir a la guardería, los viajes en coche dejan de ser ocasionales para empezar a ser diarios en los casos de muchas familias. El uso de los sistemas de retención infantil es, además de obligatorio, necesario para mantener la seguridad del niño dentro del vehículo.
Desde hace unos años, el sistema de anclaje de las sillas de retención que se utilizan en los coches se llama IsoFix y es obligatorio. Además, va incorporado en todos los coches nuevos homologados desde el verano del 2006, pero su uso no fue de obligado cumplimiento hasta el 2014.
Las diferencias que aporta este nuevo sistema, en comparación con el anterior, son los anclajes a los que se sujeta la silla del niño y que aumentan la seguridad. Estos anclajes van soldados o sujetados a la carrocería del coche y es en ellos en los que se sujeta la silla infantil, por eso es mucho más efectivo en caso de accidente de tráfico que los anteriores sistemas de sujeción, basados en el cinturón de seguridad del asiento.
Además, las sillas que están homologadas para utilizar con sistema IsoFix llevan un tercer punto de sujeción que se coloca en la parte trasera del asiento, detrás del respaldo o en el maletero. Si no, algunas también llevan incorporada una pata regulable que fija la silla al suelo del habitáculo.
Este sistema reduce las lesiones que puede sufrir un menor en un accidente de tráfico en mínimo un 22% y también disminuye considerablemente el movimiento cervical en caso de colisión, sea frontal o lateral.
La elección de la silla infantil puede variar entre las diferentes opciones que hay en el mercado, pero la DGT recomienda apostar siempre por modelos homologados (en la actualidad, uno de ellos son los i-Size) y colocar los sistemas de retención siempre en los asientos traseros del vehículo y en el sentido contrario a la marcha.
Source: Coches