Hace poco más de un mes, Reino Unido empezó a plantear la posibilidad de obligar a los usuarios de bicicletas a matricular estos vehículos y a contratar un seguro básico que cubra, al menos, los daños a terceros. El argumento que sostiene esta propuesta, todavía en el aire, es que los ciclistas también están sujetos a cumplir las normas de tráfico (en concreto, en esta exposición se hablaba de respetar unos límites de velocidad) y en caso de infracción no hay modo alguno de rastrearlos. Con un sistema de matriculación y, por tanto, de identificación, esta tarea sería mucho más sencilla.
Este debate no es nuevo, ni exclusivo del Reino Unido. En España se lleva años barajando y tanteando la posibilidad de matricular las bicicletas o de exigirles un seguro obligatorio. Incluso se ha llegado a hablar de la necesidad de obtener un permiso de conducir.
«Bajo nuestro punto de vista, la cuestión está en entender el porqué de la necesidad de matricular las bicicletas», se pregunta Ismael Labrador, Cofundador del marketplace de bicis Tuvalum. Es decir, antes de decidir si apoyar o no esta propuesta, habría que saber si se trata de «una decisión con afán recaudatorio o es una decisión con afán de mejorar la movilidad y seguridad».
La DGT ya ha evaluado en repetidas ocasiones la posibilidad de introducir la obligatoriedad de matricular las bicicletas, explica Labrador, pero hasta ahora es una idea que no ha salido adelante, así como tampoco se ha explicado qué necesidad resuelve o qué ventaja aporta en comparación con la situación actual. «¿Se va a mejorar la movilidad urbana por llevar una matrícula? No lo creo«, sentencia.
Otras medidas más eficientes
Antes de introducir un sistema de matriculación, en Tuvalum opinan que existen otras medidas que serían mucho más eficientes, como homogeneizar los números de serie del fabricante. Las bicicletas tienen un número de serie equivalente al número de bastidor de un coche, pero mientras en la industria de la automoción estos números están homologados y siguen un patrón establecido, con las bicicletas cada fabricante tiene su propio sistema de letras y números, explica su cofundador.
Matricular una bicicleta ni mejora ni empeora la movilidad urbana, «la movilidad sostenible no va a ser mejor por el hecho de llevar una matrícula», explica. De primeras, matricular una bici no debería ser un freno para comprar uno de estos vehículos, pero todo puede depender del precio asociado a esta obligación. Ahí, las consecuencias de implementar este sistema podrían repercutir en el uso de estos vehículos de manera negativa.
«Quizás sea mejor que los gobernantes se preocupen por quitarle espacio a los coches y dárselo a las bicicletas», defiende Labrador, «ya que en algunas ciudades los carriles bici que hay son de vergüenza». Para explotar todo el potencial de la bicicleta como medio de movilidad urbano, continúa, se deben habilitar planes dedicados a este fin, algo que no se está haciendo. Por ejemplo, apunta Labrador, en el reciente Plan de Ahorro Energético aprobado por el Gobierno español este verano «no hay una sola línea donde se hable de bicicletas».
Por el momento, los temas de la matriculación, del seguro o del permiso de conducir para usuarios de la bicicleta no han vuelto a salir a debate en España, pero si los países europeos comienzan a implementar estas medidas, la conversación no tardará en volver a retomarse.
Source: Coches