El pasado lunes 14 de octubre, la Xunta de Galicia anunció una inversión de 297 millones de euros en concepto del rescate a cuatro autovías que tenían un peaje en sombra, por lo que a partir de ahora pasarán a ser gestionados por la propia Xunta de Galicia.
En concreto, las autovías rescatadas serán la AG-41 (autovía de Salnés), la AG-11 (autovía de Barbanza), la AG-31 (Ourense-Celanova) y la AG-56 (Santiago de Compostela-Noya). Por tanto, estas cuatro vías de alta capacidad se encontraban hasta ahora gestionados por los peajes en sombra, un término que resulta novedoso para muchos conductores.
¿Qué significa el peaje en sombra?
Esta denominación hace referencia a las autovías en las que el usuario no abona de forma directa un peaje por circular por ellas. Sin embargo, las administraciones públicas son quienes abonan el pago del peaje a una empresa concesionaria según el número de vehículos que circulan por esa vía de alta capacidad.
En definitiva, la empresa privada es quien construye, financia y explota la infraestructura, y después la administración pública le abona una retribución a través de un contrato de concesión a largo plazo, normalmente de varias décadas.
Este sistema de peaje en sombra busca incentivar la inversión privada en la construcción de autovías, además de reducir los gastos de la administración pública. En la actualidad, en España nos encontramos con varias vías de este tipo como la A-12 (Autovía del Camino) y la A-21 (Autovía del Pirineo) en Navarra o la M-45 en Madrid.
¿Cuándo comenzó a operar el primer peaje en España?
La primera carretera de alta capacidad con peaje en el país fue la A-19, que une Montgat con Mataró, en la provincia de Barcelona, inaugurada el 2 de julio de 1969. Actualmente, esta autopista se conoce como la C-32 y está administrada por la Generalitat de Cataluña.
En la década de 1970, se añadieron otras autopistas de peaje que siguen en funcionamiento, como la AP-68 (Bilbao-Zaragoza), inaugurada en 1978, la AP-8 (autopista del Cantábrico), abierta en 1971, y el túnel de Guadarrama en la AP-6.
¿Cuál es la multa por no pagar un peaje?
En este caso, la Ley de Tráfico especifica en su artículo 75 que “el impago de peaje, tasa o pecio público, cuando estos fueran exigibles, supone una infracción leve”. Por lo tanto, si un conductor opta por no pagar la tarifa por utilizar esa autovía o carretera, se enfrentará a una multa de 100 euros, ya que se considera una infracción leve.
Además, en caso de que un conductor dejara su vehículo en el peaje debido a su negativa a pagar, la multa impuesta por la Dirección General de Tráfico (DGT) sería de 200 euros.
Source: Coches
