Vie. Jul 5th, 2024

El año 2024 llegó con el aumento de restricciones y limitaciones para circular por las zonas más céntricas de las grandes ciudades. El Gobierno de España, ante la importante preocupación y el incremento de gases contaminantes en la atmósfera, aprobó la Ley 7/2021 para intentar reducir de forma considerable las emisiones.

No obstante, este escenario parece que no termina de convencer a los miles de usuarios afectados por estas medidas y que se han visto obligados a renunciar a su viejo vehículo y adquirir automóviles híbridos y eléctricos a un alto coste.

Esta situación, en nuestro país, preocupa -y mucho- a la Plataforma de Vehículos Afectados por la Movilidad, la cual trata de defender los derechos e intereses de todos los conductores afectados a través de marchas lentas y manifestaciones para protestar por el elevado número de restricciones impuestas.

¿Qué son los ‘bladerunner’?

Tal y como ocurre en España, en el ‘viejo continente’ también se han incrementado este tipo de restricciones por todas las grandes ciudades europeas. En el Reino Unido, por ejemplo, parece que el hecho de realizar manifestaciones y acciones pacíficas ha quedado atrás y han pasado a la acción con la creación de un grupo llamado ‘bladerunner’, el cual se encarga de sabotear las zonas de bajas emisiones. Este colectivo, sobre todo, actúa en las ciudades más afectadas ante este tipo de casos, como puede ser Londres.

¿Cómo actúan?

El objetivo de los ‘bladerunners’ es sabotear y destrozar las cámaras de control en las zonas de bajas emisiones. Las autoridades británicas, ante el aumento de estos actos vandálicos, han explicado que se trata de un delito grave y que está muy perseguido por la Policía. No obstante, las acciones no cesan y los responsables de estos actos, además, publican en sus perfiles oficiales de redes sociales los daños causados.

Esta situación se ha producido después de que las ULEZ, Ultra Low Emisión Zone, obliguen a los conductores a pagar unas 12,5 libras (15 euros aproximadamente) para circular por el centro de Londres, además de limitar la circulación de los automóviles en función de las emisiones contaminantes que desprendan.

¿Qué sanción podría acarrear?

Este tipo de acciones se castigan con una multa económica más el pago de los equipos dañados, como puede ser el caso de los radares de velocidad en España. Esta sanción económica podría ascender hasta los 100.000 euros, una elevada cifra que, por el momento, no ha achantado a los ‘bladerunners’. Este colectivo, tal y como hemos indicado líneas atrás, llevan realizando este tipo de acciones de sabotaje durante meses.


Source: Coches

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por admin

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