La contaminación es uno de los principales problemas que quieren erradicar las instituciones pertinentes de proteger el planeta. En España y resto del mundo, los coches de combustión están perdiendo protagonismo y están mal vistos desde el punto de vista medioambiental.
Europa, en el año 2035, tiene previsto prohibir la venta de vehículos de combustión, ya sean de gasolina, gasoil u otros combustibles que estén ligados a la contaminación de la atmósfera. Sin embargo, estos coches podrán seguir recorriendo las carreteras del viejo continente hasta el año 2050, fecha límite impuesta por la Unión Europea y siempre que cumpla con los requisitos marcados por esta institución.
Estrictas normas de emisiones
Aunque los diferentes vehículos de combustión han evolucionado de forma considerable en los últimos años y han reducido drásticamente sus emisiones, el plan de la Unión Europea es claro: suprimirlos de manera definitiva a corto plazo. No obstante, estos automóviles se han ajustado muy bien a las diferentes normas impuestas por la UE incorporando nuevas tecnologías, filtros, depósitos AdBlue, catalizadores… con el fin de ajustar y respetar al medio ambiente.
Los coches diésel que se han producido de forma más reciente en Europa sí respetan estas normas de forma más estricta, puesto que son menos nocivos que los coches de gasolina en el momento de emitir gases que afecten directamente a la atmósfera. No obstante, estos requisitos solo los cumplen los vehículos matriculados en el año 2019, fecha donde entró en vigor la nueva normativa de la Unión Europea, la Euro6d.
¿Qué motores contaminan más? ¿Diésel o gasolina?
Estos dos elementos son combustibles de diferente composición y que se diferencian en la mecánica. Por un lado, los motores de gasolina suelen consumir un mayor carburante en una potencia similar, por lo que emiten un 11% más de dióxido de carbono a la atmósfera, un gas que es el principal culpable del efecto invernadero en el planeta tierra.
Por otro lado, el gasoil libera en su funcionamiento un número de hasta cuatro veces más de óxidos de nitrógeno que la gasolina, otro elemento que tiene muchísimos efectos negativos para la salud y el medioambiente.
Si entramos a comparar la liberación de partículas derivadas de la combustión, los antiguos motores diésel se llevan ‘la palma’ con una gran cantidad de liberación de este elemento contaminante en forma de carbonilla. Sin embargo, 2014 fue el año de inflexión en el gasoil, puesto que se obligó a la implantación de nuevos dispositivos para la reducción de emisiones.
A partir de ese año, el número de emisiones emitidas por los coches diésel y de gasolina se han igualado con la creación de nuevos modelos que cumplen las normas medioambientales impuestas por la Unión Europea.
Source: Coches