Las suscripciones y alquileres a largo plazo son alternativas a la compra tradicional de vehículos. Mucho más de moda ahora que hace unos años, el renting y el leasing van ganan adeptos tanto entre los conductores particulares como entre las empresas. ¿Qué diferencias hay entre un sistema y otro de arrendamiento?
La Asociación Española de Renting y Leasing explica el renting como un contrato de arrendamiento o alquiler por el que se cede el uso del vehículo a personas jurídicas y a personas físicas, siempre a cambio del pago de una cuota periódica durante un periodo de tiempo acordado.
El leasing es también un contrato de alquiler para ceder el uso de, en este caso, el vehículo según las especificaciones acordadas con el futuro arrendatario. Eso sí, en el leasing, el contrato se firma con una opción a compra del vehículo a favor del arrendatario cuando finalice el periodo de alquiler.
Cuál es la principal diferencia entre el renting y el leasing
La principal diferencia entre renting y leasing, por lo tanto, radica en que este segundo siempre incluye una opción a compra, mientras que el primero simplemente consiste en un alquiler que cuando llega a término se extingue. Por lo tanto, en este caso, el usuario siempre ha de devolver el vehículo.
Los contratos de leasing incluyen el beneficio fiscal de la amortización acelerada, por otro lado, mientras que las cuotas del renting se consideran un gasto deducible para empresas y autónomos. El renting es, a fin de cuentas, un alquiler del que las cuotas que se deben pagar se consideran un gasto, al contrario que el leasing, que no deja de ser un sistema de financiación.
El leasing es una gran opción para aquellos usuarios que no pueden acceder, por falta de activos iniciales, a la compra de uno o varios vehículos, pero que en un futuro es probable que acaben adquiriendo esos coches en propiedad si siguen cumpliendo con sus expectativas y necesidades.
Source: Coches
