El pequeño Yaris es un coche importantísimo para Toyota, no en vano en 2021 ha sido el segundo más vendido en Europa tras el Corolla y el tercero en España por detrás también del Corolla y del C-HR. Es lógico, por tanto, que haya servido de base para lanzar un nuevo SUV urbano, pues la “marca Yaris” es una inmejorable tarjeta de presentación en un mercado muy competido.
Además, a tenor de los datos de matriculaciones de diciembre, ya con campañas informativas y publicitarias funcionando a pleno rendimiento, el Yaris Cross tiene trazas de ser un modelo de gran alcance, pues se matricularon 1.003 unidades frente a las 379 del Yaris. No creemos que el nuevo SUV de Toyota “canibalice” al original, pues son dos conceptos distintos creados para convivir, pero si así fuera… todo queda en casa.
Efectivamente, y aunque comparten la plataforma TNGA-B de Toyota, el Yaris Cross es un moderno SUV que mide 24 cm más que el Yaris convencional (llega a los 4,18 metros en total), es bastante más alto (9 cm) y 2 cm más ancho.
Aunque por sus contenidas dimensiones está pensado para el uso urbano, la altura al suelo de 16 cm y las protecciones inferiores también lo posicionan como un modelo de acceso al mundo off road, máxime cuando hay versiones con tracción total, como la que hemos podido probar.
En cuanto a la estética exterior, la fuerza y robustez del conjunto es indiscutible, y eso se une a un toque vanguardista en el diseño que diferencia con claridad a los últimos modelos de Toyota del resto.
Gran amplitud interior
Una vez accedemos al interior, lo cierto es que sorprende la amplitud existente en todas las plazas, sobre todo teniendo en cuenta que la distancia entre ejes es la misma que la del Yaris. El mayor espacio de la cabeza al techo permite que dos adultos viajen cómodos detrás incluso si son altos, aunque en ese caso el límite está en la zona de las piernas, porque no hay que olvidar que hablamos de un coche de poco más de 4 metros.
En cualquier caso, el Yaris Cross dispone también de un generoso maletero de 397 litros, pero la versión de tracción total AWD-i se ve penalizada en este aspecto con un “recorte” de 77 litros por cuestiones técnicas. De todos modos, los 320 litros restantes siguen dando bastante juego a la hora de ir a la compra o viajar, y siempre está la posibilidad de abatir los asientos si las plazas traseras no están ocupadas y es necesario cargar.
Los acabados son de buen diseño y calidad, a lo que contribuye sin duda estar ante la más equipada versión Premier Edition, de la que luego ampliaremos detalles.
El puesto de conducción es alto, muy cómodo y con gran campo de visión. El cuadro de mandos es digital, y en el centro del salpicadero sobresale la pantalla táctil de 9 pulgadas que cuenta con la última versión del sistema multimedia Toyota Smart Connect, un gran avance en términos cualitativos y de rapidez a la hora de manejarlo.
Un sistema híbrido de garantía
La mecánica híbrida no enchufable y autorrecargable del Yaris Cross, de etiqueta Eco, sí que es la misma que la del Yaris Electric Hybrid, esto es, un motor gasolina de 1,5 litros y 92 caballos que funciona en combinación con otro eléctrico de 59 kW (80 CV) para ofrecer una potencia total de 116 caballos. La batería tiene algo menos de 1 kWh de capacidad, pero es suficiente para que el sistema funcione de forma automática con fluidez y eficiencia, además de poder recargarse rápidamente con la energía de la desaceleración y frenado, para lo que también cuenta con una posición “B” en el cambio automático por variador continuo e-CVT disponible como única opción.
La experiencia de Toyota con el mundo off road ha permitido crear para el Yaris Cross un sistema de tracción total AWD-i más compacto y simplificado que otros modelos de la marca, pero es suficiente para el uso que se espera de este SUV. Dicho sistema cuenta con los programas específicos Trail y Snow para adecuarse a caminos moderadamente complicados o resbaladizos.
Manejable y eficiente
El Toyota Yaris Cross resulta muy manejable en ciudad gracias a sus reducidas dimensiones, y es en este contexto donde más provecho se saca del sistema híbrido, pues cuanto más se usa en ella e interviene el motor eléctrico, más eficiente resulta.
La posición elevada de conducción permite un gran control de nuestro entorno al volante, y esas buenas sensaciones se mantienen al salir a la carretera, donde se percibe un agradable confort de marcha. El único “pero” lo hemos encontrado al rodar en autovía o autopista, pues hasta que coge una velocidad de crucero estable el cambio automático va ligeramente revolucionado y el motor resulta un poco ruidoso.
El Yaris Cross cuenta con tres modos de funcionamiento del sistema híbrido, Normal, Eco y Power, y aunque hay lógicas diferencias, no son tan perceptibles como hemos notado en otros modelos provistos de esta tecnología. Sea como fuere, sí que ayudan a ganar en eficiencia o prestaciones.
Durante nuestra prueba, el consumo medio de gasolina fue de 5,6 litros a los 100 km, lejos de los 4,7 litros homologados para esta versión de tracción total. Eso sí, hay que apuntar que solo un tercio de la prueba se realizó por ciudad, que es donde más baja el consumo, y en todo caso el nivel es igualmente bajo.
En cuanto al comportamiento, y a pesar de que la tracción total hace que este Yaris Cross pese 90 kg más que la versión de tracción delantera, es bastante ágil y no se perciben balanceos apreciables de la carrocería en las zonas viradas, mientras que en carretera el coche es neutro y confortable. Fuera del asfalto transitamos unos 15 kilómetros por caminos sencillos en seco, y lo hicimos sin ningún tipo de problema y sin tener que recurrir a ninguno de los programas 4×4 disponibles.
Una edición equipada hasta los dientes
Las variantes de tracción total del Yaris Cross solo se pueden asociar con los acabados Adventure y Premier Edition, los cuales se diferencian fundamentalmente por los refuerzos de las protecciones inferiores en color plateado.
La versión Premier Edition probada, solo disponible durante estos primeros meses de lanzamiento, cuesta 30.300 euros, una cifra sensiblemente superior a los 23.350 euros del Active Tech de acceso a la gama.
Esta abultada diferencia se justifica por el sistema de tracción AWD-i y por el amplísimo equipamiento, que contempla entre otras cosas el color bitono dorado y negro, las barras del techo en aluminio, luces LED, llantas de 18 pulgadas, sistema de acceso y arranque sin llave, tapicería de cuero, Head-Up Display, sistema multimedia con pantalla de 9 pulgadas, conexión inalámbrica con Apple CarPlay y Android Auto, climatizador bizona o el portón automático de apertura manos libres.
Por supuesto, en materia de seguridad y ayudas a la conducción también está muy dotado de serie, con recursos como el control inteligente de luces de carretera, reconocimiento de señales de tráfico, alerta y asistente de cambio de carril, detector de ángulo muerto, control de crucero adaptativo, sensores de parking y cámara de visión trasera.
FICHA TÉCNICA
Motor: gasolina, hibrido no enchufable.
Potencia (kW/CV): 85/116.
Cambio: automático.
Largo (mm): 4.180.
Ancho (mm): 1.765.
Alto (mm): 1.560.
Maletero (litros): 320.
Velocidad máxima (km/h): 170.
De 0 a 100 km/h (seg.): 11,8.
Consumo medio (l/100 km): 4,7.
Emisiones CO2 (gr/km): 115.
Precio (euros): 30.300 euros.
Source: Coches