El año pasado Citroën puso al día uno de sus modelos más importantes, el C5 Aircross, tras cuatro años desde el lanzamiento de la actual generación. Fue una actualización ligera, pero lo suficientemente importante para afrontar un nuevo ciclo con el mismo éxito que hasta ahora, habida cuenta de que su competencia es cada vez mayor.
Los principales cambios afectan al frontal, que cuenta con un parrilla más elaborada que exhibe los dos chevrones en el centro de forma independiente y que se alarga hacia los extremos con dos finas líneas de puntos cromados. También es nuevo el diseño de las ópticas, ahora con elementos LED para la luz diurna horizontales y más estilizados, y de los paragolpes, estos con nuevas tomas de aire inferiores y otras finas y verticales a cada lado.
La silueta lateral sigue caracterizándose por los Airbumps que protegen la parte inferior de la carrocería, y en la trasera son nuevos los faros de tres secciones oscurecidos y con efecto “3D”.
Por dentro, una de las principales novedades es la pantalla de 10 pulgadas para el sistema multimedia, ahora en posición elevada en el centro del salpicadero y mucho más fácil de consultar. Ello ha obligado a reubicar y rediseñar los aireadores centrales, que tienen debajo ocho botones táctiles para acceder de forma directa a funciones como el navegador, configuración del coche y gestión del sistema de sonido. Debajo de estos hay otra fila, esta vez con pulsadores, para algunas de las funciones del climatizador, además de otro táctil a la izquierda con el que se accede a la monitorización del sistema híbrido (si lo incorpora).
Además de esto, en las versiones con transmisión automática se ha sustituido la pequeña palanca de cambios por el selector de marchas que hoy utilizan muchos de los modelos de Stellantis.
Confort inalterable
Puestos al volante también reparamos en otro de los cambios, que es la nueva capa de espuma, con 15 mm más de grosor, de los asientos Advanced Comfort. Si bien es un elemento que se hace notar con el uso continuado y con el tiempo, desde luego de base ofrece un excelente confort a la hora de conducir.
Por lo demás, este C5 Aircross mantiene inalterables sus mejores características, como la amplitud general y las tres plazas traseras con asientos independientes, los cuales pueden reclinarse y desplazarse longitudinalmente hasta 15 cm. En la versión híbrida probada, el maletero ofrece 460 litros de partida frente a los 580 de las variantes térmicas convencionales. No obstante, si las plazas traseras se adelantan, el volumen se amplía hasta unos más que considerables 600 litros, pero obviamente ello va en detrimento del espacio de los ocupantes.
La versión que hemos elegido del C5 Aircross es la híbrida enchufable de 225 caballos, la más alta de la gama, que sigue fiel al motor gasolina de 1,6 litros y 180 caballos en combinación con otro eléctrico de 80 kW (110 CV). Permite tres modos de conducción: Eléctrica (por defecto), Híbrida y Sport.
Gracias a la batería de 14 kWh, la autonomía eléctrica homologada llega hasta los 55 km, y aunque en la práctica ello depende de diversos factores de conducción (nosotros hemos podido recorrer as 40 kilómetros), es un rango suficiente para el uso diario en modo eléctrico, sobre todo teniendo en cuenta que solo necesita 4 horas para recargar en un punto doméstico y 2 horas en uno de 7,4 kW de potencia.
Gestión eficiente de la energía
La clave de los coches híbridos enchufables es utilizarlos como eléctricos y no de combustión, aunque mucha gente lo haga al revés. Cierto es que conducir sin preocuparse por tener que encontrar un punto de carga resulta cómodo y relajante, pero eso ha de quedar para los grandes trayectos y no para el día a día, si se busca la plena eficiencia.
Además, una característica interesante del C5 Aircross Hybrid es lo rápido que regenera energía. Si nos quedamos sin carga de batería, basta con seleccionar la función eSave, que aprovecha el motor térmico, las deceleraciones y frenadas para recuperar la energía. Si añadimos la posición “B” del cambio automático, obligamos a que la recarga sea aún mayor, de forma que en tan solo 25 minutos se puede generar energía para recorrer 14 km, como hemos podido comprobar. Eso sí, en esas condiciones el motor de combustión trabaja más y el gasto medio de gasolina se eleva a niveles normales, aunque en nuestro caso estuvo por debajo de los 7,5 litros a los 100 km.
Por lo demás, estamos ante un SUV de formidable rodar gracias a los amortiguadores hidráulicos progresivos que son una seña de identidad en Citroën, con un fantástico aislamiento interior y con motor que ofrece muy buena respuesta en toda circunstancia.
Tope de gama
Para acceder a un coche como el C5 Aircross Hybrid hay que disponer de, al menos, los 41.625 euros que cuesta la variante de acceso Feel Pack de 180 caballos (34.635 euros con el máximo de ayudas del plan Moves III). La versión de 225 caballos sometida a prueba es la tope de gama y se asocia únicamente con el acabado Shine Pack más completo, lo que eleva la factura hasta los 46.060 euros (39.060 con las ayudas del Gobierno).
Es un nivel de precio alto, pero también es un coche de etiqueta Cero con exenciones fiscales que no tiene limitaciones de movilidad en las grandes ciudades, además de no tener que pagar aparcamiento en las zonas reguladas.
Asimismo, hay que tener en cuenta que es un SUV con un completo equipamiento que incluye, entre otros elementos, faros LED, lunas traseras oscurecidas, llantas de 19 pulgadas, portón eléctrico, sistema de acceso y arranque sin llave, cuadro digital de 12,3 pulgadas, climatizador bizona, asientos calefactables, navegador o el paquete Drive Assist con regulador de velocidad activo, reconocimiento de señales de tráfico y alerta de vehículos en ángulo muerto.
Source: Coches
