Con más de cinco millones de unidades vendidas y una larga trayectoria, llegó al mercado en 1996, el Audi A3 es uno de los grandes protagonistas del segmento de los premium compactos. Además fue el primero en explotar esta fórmula a la que después se sumaría BMW con el Serie 1 y Mercedes con el Clase A, precisamente los dos modelos con los que vuelve a enfrentarse una vez más en una lucha sin cuartel que no por conocida deja de ser tan interesante como despiadada.
Más largo (2 cm) y ancho (3 cm) que antes, el A3 Sportback (con sus 4,34 metros de longitud) afina su diseño con los últimos recursos ya vistos en otros lanzamientos de la marca. Poderosa resulta la imagen frontal, característica por la parrilla “Singleframe” en forma de panal de abeja, las generosas tomas de aire y las nuevas ópticas con faros de LED para todas las versiones que pueden ser de matriciales adaptativos en opción.
Lateralmente, el equilibrio y la deportividad de los trazos le dan un aire muy particular para, en su conjunto, ofrecer una imagen típicamente Audi que siempre ha funcionado y no dudamos que seguirá convenciendo.
Por dentro, como es habitual en Audi, los acabados son impecables y el ambiente tiene un toque muy deportivo. Sentados en el puesto de conducción, el conductor tiene los mandos ligeramente orientados hacia él, lo que lo más hace cómodo y ergonómico. Además del volante multifunción, se dispone de dos pantallas digitales para obtener información, la del cuadro de instrumentos de 10,2 pulgadas (opcionalmente se puede elegir una más grande de 12,3”), y la de la consola central, en este caso de 10,1 pulgadas. Esta última, que gestiona el sistema multimedia, tiene reconocimiento de texto y voz para facilitar el manejo.
En materia de conectividad, el modelo alemán dispone de un sistema de infoentretenimiento, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, que puede convertirse en punto de acceso wifi para conectarse a internet, además de obtener información sobre tráfico totalmente actualizada en combinación con el navegador y los sistemas de seguridad. Precisamente, en este importante apartado cuenta con sistemas como el Audi pre sense front, que mediante una cámara y un radar funciona para prevenir accidentes o reducir su efecto, el asistente para evitar colisiones o el aviso de salida involuntaria de carril.
En principio, el A3 Sportback aterriza con cinco variantes mecánicas que resultan tan conocidas como eficientes. En gasolina, el punto de partida es el 1.0 TFSI (30TFSI es su denominación comercial) con 110 CV para continuar con el 1.5 TFSI (35TFSI) de 150 CV en dos variantes, una con caja de cambios manual y la otra con una hibridación ligera de 48 V y cambio automático S tronic de 7 relaciones con etiqueta “Eco” de la DGT.
En Diésel, y sobre la base del 2.0 TDI, aparecen igualmente otras dos versiones, bien de 116 CV o bien de 150 CV, esta última con cambio S tronic también.
Precisamente esta última versión 35TDI (desde 33.490 euros) ha sido la que nos ha servido para realizar los primeros kilómetros con el compacto alemán que, por cierto, estrena la plataforma MBQ Evo del Grupo VW como el Seat León o el VW Golf VIII.
Equipado con la suspensión pilotada y el Audi drive select opcionales, con cinco modos a elegir, el A3 Sportback no deja de ser una «perita en dulce”. Aunque más adelante llegarán versiones más potentes, S3 y RS3 incluidas, el 2.0 TDI de 150 CV con el cambio S tronic y estas características de amortiguación dan un juego increíble.
Lo pudimos comprobar por las carreteras “vaciadas” del norte de la provincia de Guadalajara en un carrusel de subidas y bajadas, de curvas y rectas interminables, para desde el primer momento gozar de una confianza total y absoluta en sus reacciones y movimientos. Circula sobre raíles y allí donde pones el ojo va el tren delantero con una exactitud casi milimétrica.
El motor, y eso que hablamos de un diésel de solo 150 CV, tiene potencia y respuesta en todo momento para conducir incluso por encima de nuestras posibilidades. Lo cierto que el conjunto final hace gala de un equilibrio que engancha desde que damos el primer acelerón y todo ello con unos consumos que en este primer contacto nunca pasaron de los 7,5 litros a los 100 kilómetros, sobresaliente igualmente.
Con cuatro niveles de acabado (básico, Advanced, S line y Black line) los precios de este compacto arrancan en los 27.770 euros (con el motor 1.0 TFSI de 110 CV) destacando la presencia de una edición especial de lanzamiento Genuine Edition con precios desde los 32.120 euros y un equipamiento cerrado y muy completo.
Por último, comentar que en septiembre llegará la carrocería sedán característica por su tercer volumen.
Source: Coches