Vie. Nov 15th, 2024

Si los SUV no te convencen y buscas un coche de gran capacidad, con tres filas de asientos, el monovolumen de la marca del óvalo puede ser una buena solución. Con 4,8 metros de longitud, el S-Max destaca además por una estética bastante atractiva y una destacable versatilidad interior.

La gran novedad de este modelo ahora es la incorporación de una mecánica híbrida (no enchufable) que tan buenos resultados está dando en el Ford Kuga. Este sistema FHEV, como lo denomina la marca del óvalo, se basa en la combinación de un motor gasolina 2.5 Duratec de 150 caballos con otro eléctrico de 92 kW que ofrecen una potencia final de 190 CV. El caso es que le permite ser más eficiente en términos de consumo y emisiones, además de ser catalogado como vehículo Eco de la DGT, con todas las ventajas de movilidad y fiscales que ello conlleva.

Consumos equilibrados

Según los datos de homologación WLTP, con este sistema híbrido el consumo combinado no supera los 6,5 litros a los 100 km. Además, la autonomía estimada supera los 1.100 km –siempre dependiendo del tipo de conducción, claro– y las emisiones de CO2 están por debajo de los 150 gr/km, un 10% menos que las actuales versiones diésel.

Después de más de 800 kilómetros de prueba, la verdad es que hemos quedado muy sorprendidos con sus capacidades. El sistema híbrido no plantea complicación alguna. Todo lo contrario. A velocidades muy bajas, y en recorridos de hasta 2 kilómetros, es el motor eléctrico es el que toma el mando. Después, de manera automática, entra en acción el motor térmico, que también es “ayudado” por el eléctrico cuando se necesita potencia y par.

El cambio automático, única opción disponible, funciona de manera efectiva con solo actuar sobre el mando giratorio de la consola central, y los 190 caballos ofrecen un empuje sensacional, aunque su funcionamiento es más progresivo que explosivo. El sistema autorrecargable se sirve del motor térmico, las deceleraciones y las frenadas para recuperar energía, y lo cierto es que lo hace con bastante rapidez. En cuanto a comportamiento, el confort de marcha en carretera es total, y en zonas urbanas maniobra bastante bien a pesar de los casi cinco metros de longitud.

Espacio modulable

Otro apartado en el que este modelo destaca es el que tiene que ver con la modularidad. La prueba es que cuenta con tres filas de asientos independientes, con la segunda y tercera fila plegables, de modo que las opciones del interior son múltiples. Además, el hecho de contar con una mecánica híbrida no penaliza el espacio en ningún caso, dejando un maletero sensacional que puede alcanzar hasta los 1.035 litros de capacidad.

En lo referente a la gama, se puede elegir con los acabados Trend (básico), Titanium, ST-Line (deportivo) y el más lujoso Vignale. Este último fue precisamente el que incorporaba nuestra unidad de pruebas y que hace acopio de todo tipo de accesorios: sistema de acceso sin llave y portón manos libres, asistente precolisión con detección de peatones, control de crucero adaptativo con función stop & go, detector de vehículos en ángulo muerto, sistema de aparcamiento asistido, cámara frontal y de visión trasera, faros LED dinámicos antideslumbramiento, tapicería de cuero y navegador sobre la pantalla táctil TFT de 8 pulgadas.

En materia de conectividad, el S-Max cuenta con módem integrado, y ello permite sacar mayor jugo a la aplicación Ford Pass, especialmente útil en modelos electrificados por la completa información que ofrece y por la posibilidad de activar funciones de manera remota.

En cuanto a su precio, el S-Max con el acabado Vignale tiene un precio final de 48.701 euros, aunque con los descuentos se puede quedar en 38.800 euros.


Source: Coches

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por admin