Para celebrar el 25 aniversario del RS4, Audi lanzó el año pasado esta edición limitada a tan sólo 250 unidades. Antes de pasar a la acción, es obligado repasar la historia de este modelo tan singular y característico por su carrocería Avant o familiar.
En los años noventa, la marca de los cuatro aros estableció la idea del familiar deportivo con los RS2 y S6 plus. Sin embargo, el primer modelo RS de Quattro (ahora Audi Sport) fue el RS4 Avant de la generación B5, lanzado al mercado en 1999, equipado con un motor biturbo de 380 CV de potencia.
La versión más deportiva de la primera generación RS4 llegó al mercado en 2001 con el RS4 Sport. Pues bien, el RS 4 Avant Edition 25 Years se hace eco del memorable diseño de este vehículo y se convierte en la versión más deportiva de la actual serie B9.
Más potente y armado
Las modificaciones practicadas ahora en el motor, la suspensión y las ruedas proporcionan unas prestaciones impresionantes. El V6 biturbo rinde una potencia de 470 CV (20 más que antes) y un par máximo de 600 Nm.
Con esto, esta serie especial acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos (0,4 segundos más rápido) y alcanza una velocidad máxima aumentada hasta los 300 km/h.
El Avant Edition 25 Years equipa de serie llantas mecanizadas de 20 pulgadas, escape deportivo RS Plus, frenos carbocerámicos RS y suspensión deportiva ajustable RS Pro. Igualmente monta el diferencial deportivo Quattro que garantiza una mayor agilidad y un mayor protagonismo del eje trasero para aumentar la diversión al volante.
En homenaje al color del RS4 Sport, la nueva edición especial también luce el Amarillo Imola (como alternativa está disponible el color Negro Mythos) y varios detalles exclusivos para que esta serie sea realmente especial como los embellecedores de las ventanillas laterales, en color negro brillante, y, por primera vez, se incorpora una inserción negra en los grupos ópticos traseros.
Los aros y los anagramas de Audi también son de color negro brillante y los faros Matrix LED presentan los biseles oscurecidos específicos de la familia RS. Asimismo, los raíles del techo se han eliminado para dotar al vehículo de una silueta más plana y deportiva.
El paquete carbono mate se ha diseñado exclusivamente para esta edición e incluye los faldones laterales, las extensiones de los umbrales, así como el clip del difusor y las carcasas de los retrovisores exteriores.
En el interior, sus costuras decorativas amarillas recuerdan a la combinación de cuero Alcantara negro/amarillo del RS4 Sport de 2001. El aro del volante, los reposabrazos de las puertas, la consola central en Alcantara y el fuelle de la palanca de cambios presentan costuras con ese color.
Rematan la faena los asientos RS tipo bacquet, con pespuntes de nido de abeja y característicos por tener el respaldo de carbono y disfrutar de una imagen de lo más exclusiva.
Silueta de familiar, alma de hiperdeportivo
En marcha, este familiar tan particular puede seguir siendo considerado, y sin ningún tipo de complejos, como un hiperdeportivo de los más eficaces que existen.
Lo es por su elaborado desarrollo y, como no podía ser de otra forma, por una puesta en escena que enamora desde que pulsamos el botón de arranque y nos regala ese sonido tan salvaje y revelador de lo que nos vamos a encontrar en el momento de poner la palanca del cambio en la posición D.
Sus aceleraciones o recuperaciones no dejan lugar a la duda. Su estabilidad a altas velocidades tampoco y en el paso por curva, y ahora valoramos sus aptitudes en un tramo de montaña, es de lo mejorcito que se puede encontrar en el mercado.
Y qué decir de la frenada, brutal para detenerse en un suspiro con un imponente cambio secuencial que se encarga del resto. La guinda del pastel la encontramos en la tracción Quattro y en los dos modos que podemos seleccionar en la configuración RS para hacernos un coche prácticamente a la carta.
El caso es que es un fuera de serie y su estilo de familiar, al menos para nosotros, es más un poderoso punto a su favor que en contra de cara a exhibir entre el tráfico una soberbia personalidad.
Y esa exclusividad lógicamente tiene un precio, más en esta edición especial que puede ser ya considerada como una oportunidad de colección en homenaje al primer RS4 de la historia. Cuesta la friolera de 165.000 euros y nos tememos que ya no queda ninguna unidad en concesionario a la venta.
Source: Coches