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- Aunque la relación entre las cuatro y las dos ruedas no es la mejor, es esencial que desde los coches se extremen las precauciones para evitar poner en peligro la seguridad de todos.
- Qué hacer en caso de accidente: 5 pasos para no perder los nervios.
Bien sabido es por los conductores con más experiencia que la relación entre ciclistas y coches no es todo lo buena que debería, a pesar de los peligros que conlleva una mala gestión de sus encuentros. De hecho, junto con los peatones y los motoristas, el colectivo de dos ruedas supone el 50% de los muertos en carreteras anuales. Así, y al igual que aprendemos a reaccionar si te fallasen los frenos en la carretera o a conducir cuando baja la niebla (y sube el riesgo), es de vitral importancia que sepamos circular de manera segura cuando hay ciclistas en la carretera, tal y como recomiendan desde el Real Automóvil Club de España (RACE).
Cuatro consejos para convivir con las bicicletas, según el RACE
- Respeto. Aunque muchos no lo crean, los ciclistas tienen los mismos derechos que los conductores para circular por la vía pública, y es por ello por lo que hay que tratarlos como un elemento más de la circulación que, tal y como ocurre con las motocicletas, es más susceptible de peligro en caso de accidente.
- Paciencia. No son un estorbo y, aunque su velocidad sea menos o, incluso, ocupen tanto carril que no se les pueda adelantar, es esencial practicar la paciencia y evitar persecuciones peligrosas. Los nervios les pueden hacer fallar y pueden caerse. Por eso, no hay que utilizar el claxon (además tiene multa), ni gritarles ni conducir de ninguna manera que les haga sentir la presión.
- Espacio de seguridad. Cuando adelantar no sea posible, bien por su situación en la carretera o porque las normas de seguridad lo prohíben, hay que respetar la misma distancia de seguridad que dejaríamos con otro coche: 25 metros a 50 km/h y 144 metros a 120 km/h. De esta manera, si el ciclista cae al suelo, tendremos suficiente tiempo para reaccionar y frenar.
- Adelantar con cuidado. Para empezar, hay que mantener el espacio de seguridad recomendado, de 1,5 metros, y a una velocidad lo suficientemente baja, para no poner en peligro su integridad física, pero lo suficientemente alta, como para no provocar un choque. Además, es fundamental no adelantar a otros coches en carreteras de doble sentido cuando, en ese momento, un ciclista viene de frente a nosotros.
Source: Coches