Ya ha llegado el calor. Se ha hecho de rogar, pero el verano ya está aquí, y con él lega también el aumento drástico de las temperaturas, que ponen a prueba el rendimiento de las baterías de los coches eléctricos. Estos tienen una autonomía menor que los vehículos similares con motor de combustión y, además, cargar la batería lleva más tiempo. Además, en verano, hay un factor adicional que debe tenerse en cuenta: las altas temperaturas exteriores. Si en invierno el frio es un factor que puede afectar al rendimiento de las baterías, en verano el calor hace lo propio. Así que, ¿cómo evitar que nuestro eléctrico sufra de más en verano? Geotab ha recopilado 6 recomendaciones para conducir en verano con el fin de maximizar el rendimiento de tu coche eléctrico en altas temperaturas.
1. Carga inteligente: ¿cuándo y cómo?
Los vehículos eléctricos necesitan cargarse más despacio y con más frecuencia en verano. Debido a las altas temperaturas, los vehículos reducen automáticamente la potencia máxima de carga para evitar sobrecargas por temperatura. Por tanto, también deben evitarse las funciones de carga rápida. Además, la mayoría de las baterías alcanzan su rendimiento óptimo en torno al 80%, por lo que puede tener sentido no cargarlas por completo en cualquier caso, sino ir cargando hasta el 80% de manera continuada. De hecho, esto es lo que recomiendan los fabricantes, sea cual sea la condición o temperatura exterior.
2. Preenfriamiento durante la carga
Una temperatura exterior de 28 grados puede alcanzar los 42 en el interior del vehículo en apenas 20 minutos, e incluso hasta 45 grados con las ventanillas cerradas. Imaginemos que hace 40 en el la calle… Lo ideal es climatizar el interior del vehículo mientras la batería sigue conectada a la red eléctrica, ya que el aire acondicionado es uno de los principales responsables del consumo de energía. Si es posible, debería refrigerarse el vehículo con antelación y reducir, en la medida de lo posible, el uso del aire acondicionado durante el viaje. De este modo, el conductor no sólo disfrutará de temperaturas agradables desde el principio del viaje, sino que también se protegerá la batería, lo que a su vez aumentará la autonomía. Si no es posible la climatización anticipada, o durante el viaje hace un calor que no permita ir sin el aire puesto, ayuda que el aire acondicionado no esté programado al máximo.
3. Minimiza el consumo y reduce kilos
Cada kilo extra que transporta el vehículo tiene un efecto negativo en la autonomía. Por lo tanto, los conductores deberían limpiar el maletero con regularidad, sacar los objetos innecesarios y llevar sólo lo que realmente vayan a utilizar.
4. Conduce con previsión y de forma suave
La conducción preventiva debe estar a la orden del día, y no sólo por razones de seguridad. Conducir lo más suave posible, sin frenar ni acelerar bruscamente, también beneficia al coche eléctrico, sobre todo en verano. De lo contrario, la batería puede calentarse en exceso, lo que significa que hay que utilizar energía adicional para refrigerarla y, por tanto, reduciremos nuestra autonomía.
5. Intenta no aparcar al sol
Los conductores que tienen prisa están especialmente contentos si pueden encontrar rápidamente una plaza de aparcamiento, a ser posible cerca de su destino. Sin embargo, si el aparcamiento está bajo un sol abrasador, esto puede tener rápidamente consecuencias negativas para la autonomía. Los conductores de vehículos eléctricos deben asegurarse de que aparcan preferentemente a la sombra, por ejemplo, en un aparcamiento subterráneo o bajo los árboles. Así se evita que la batería se sobrecaliente y se necesita menos energía para refrigerarla.
Ahora bien, aquí viene una crítica personal basada en mis experiencias viajando con coche eléctrico. Y es que, además de haber pocos cargadores en España, la gran mayoría no cuentan ni con techo para cubrir los coches en caso de lluvia o, en este caso, del abrasador sol del verano, por lo que si el coche ya se recalienta cargándose, ni que decir tiene lo que sufre si le sumas 40 grados en agosto al sol. Tampoco ayuda que otros muchos cargadores estén en mitad de la nada, ya no sin techo para el coche, sin ningún tipo de sombra o lugar donde el conductor y los pasajeros puedan esperar de manera ‘cómoda’.
6. Uso de tecnologías inteligentes
Para evitar largas esperas en las estaciones de recarga, es aconsejable instalar aplicaciones de conducción que proporcionen datos casi en tiempo real sobre las estaciones de recarga y su disponibilidad. Sin embargo, una herramienta de autonomía en función de la temperatura también puede ayudar a predecir los efectos del calor en el rendimiento de la batería y planificar el viaje en consecuencia. Además del preenfriamiento mencionado, los fabricantes de automóviles recomiendan conectar los vehículos a la red eléctrica los días de mucho calor en los que el vehículo no esté en uso. Esto permite que el sistema interno mantenga el control de la temperatura de la batería, alargando su vida útil a largo plazo. Además, se recomienda utilizar el modo eco y comprobar regularmente la presión de los neumáticos puede ayudar a optimizar la autonomía del vehículo.
Source: Coches