Lun. Dic 23rd, 2024

El segmento de los SUV de tamaño medio ha reventado el mercado, y la fórmula ha sido muy simple: coches altos y robustos, con una poderosa imagen, amplios, prácticos y fáciles de conducir. No son perfectos, porque precisamente su altura y mayor peso penaliza su dinámica, pero para el uso normal y cotidiano no plantean el más mínimo problema. Todo lo contrario, su sentido práctico predomina y triunfa.

Como el concepto clásico de los SUV está muy manido, algunas marcas se han inclinado por una alternativa más vistosa y atractiva, y así han nacido los crossover o SUV deportivos. Audi Q3 Sportback, BMW X4, Volvo C40 o Toyota C-HR son algunas de estas propuestas, incluso el nuevo Citroën C4, aunque este es más un coche compacto con características de SUV.

En este contexto, Renault ha puesto sobre el tablero el nuevo Arkana, una variante SUV que se acerca a las formas puras de un coupé para convertirse en uno de los crossover más atractivos del mercado. Tal cual. Mantiene las cualidades de robustez y altura –la carrocería tiene 20 cm de distancia respecto al suelo–, pero además es ancho y la caída posterior del techo proporciona no solo buena imagen, sino una mejor aerodinámica.

Si además hablamos del acabado RS Line, como el probado, esto se acrecienta con unas atractivas molduras en las entradas de aire, logotipos acreditativos, detalles cromados y unas vistosas llantas de 18 pulgadas en negro mate.

La silueta no perjudica

En el interior, lo mejor es que el diseño exterior no afecta demasiado, y para comprobarlo lo primero que hicimos en esta ocasión fue sentarnos detrás, donde hay bastante margen en altura para la cabeza y las piernas. Habría que medir 1,85 o más para tener cierta limitación, pero esto se puede aplicar a muchos otros vehículos.

Otro foco de atención es el maletero, que en el caso del E-Tech Híbrido tiene 480 litros de capacidad (frente a los 513 de los microhíbridos). Si bien por el diseño no ofrece mucha altura en la parte trasera, sí que tiene bastante profundidad, de modo que no hay problema para llevar varias maletas.

El habitáculo del Arkana RS Line es cómodo y vistoso, con piel en el volante, palanca de cambio, puertas y asientos (que son un mix de cuero y Alcantara), destacando las costuras en color rojo y los elementos plásticos con efecto carbono en el salpicadero y de nuevo en las puertas.

La postura para conducir es elevada y con mucha visibilidad, una de las características favoritas de todo SUV, y en el frente hay un cuadro de instrumentos digital (de 7” de serie y 10,2 en opción, como era el caso) y a la derecha una pantalla vertical para el sistema multimedia de 9,3 pulgadas.

El software del mencionado sistema multimedia es bastante fácil e intuitivo, muy completo, y la pantalla permite una muy buena visualización de todo, pero hay funciones que resultan algo lentas.

Bajo la pantalla central hay teclas físicas para algunas funciones, como la selección de modos de conducción, y también hay ruedas para manejar el climatizador, lo que se agradece mucho.

Híbrido sin enchufe

Actualmente, el Arkana está disponible en versión de hibridación ligera MHEV o híbrida no enchufable, que es la que hemos probado. Esta incorpora de un motor gasolina de 1,6 litros que está asistido por uno eléctrico principal, de 36 kW (50 CV), y otro de 15 kW (20 CV) que se encarga fundamentalmente de funciones secundarias del vehículo. La batería, por su parte, es de solo 1,2 kWh y se recarga con el motor y la propia dinámica del coche.

Este Renault Arkana E-Tech Híbrido gestiona automáticamente el sistema, siempre que puede dando prioridad al motor eléctrico y, por tanto, al ahorro de combustible. Esto se nota fundamentalmente en las arrancadas, en los movimientos a baja velocidad y en la conducción urbana en general, en el que el motor térmico está en un segundo plano.

Hay tres modos de conducción, My Sense, Sport y Eco, el primero para la gestión automática del sistema, el segundo para obtener las mayores prestaciones y el tercero para favorecer lo máximo posible la eficiencia.

Adicionalmente hay dos posiciones para el cambio automático, la “D” para el funcionamiento normal, y la “B” para retener el motor y cargar la batería cuando se levanta el pie del acelerador, lo cual también permite hacer menos uso del freno.

La combinación de los modos de conducción y de la función de regeneración determina, obviamente, el consumo, pero lo importante es que se puede circular sin estar pendiente de todo con un gasto de combustible moderado.

En nuestra prueba, tras más de 450 kilómetros, exigiendo puntualmente al motor, con mucha autopista y con un 30% de uso urbano, el consumo medio fue de 5,9 litros a los 100 km, y en ningún momento se agotó del todo la batería, que además recupera energía con rapidez. También hicimos un recorrido por zonas urbanas exclusivamente, y en este entorno, con más intervención del bloque eléctrico, el consumo medio fue de solo 5,2 litros.

De todos modos, para tener la referencia oficial, Renault ha homologado para este Arkana E-Tech 4,8 litros a los 100 km en ciclo combinado WLTP.

Buen sabor de boca

En cuanto a rendimiento del motor, con los 145 CV que aporta el sistema en total no se echa en falta potencia, si bien no se siente un gran tirón y la fuerza aumenta con progresividad. El cambio ajusta continuamente el régimen para ganar en eficiencia, pero si se necesita empuje basta con pisar el acelerador con firmeza para que el motor responda con mayor determinación.

Otro aspecto que sorprende del Arkana es su noble comportamiento dinámico. No deja de ser un SUV y está sobreelevado, pero no se perciben balanceos drásticos de la carrocería en curvas lentas y no parece que esté moviendo los más de 1.500 kg que pesa. La suspensión trabaja bien y el coche es, en general, bastante ágil y confortable, lo que hace que sea muy agradable conducirlo.

El Renault Arkana E-Tech Híbrido está disponible a partir de 25.100 euros con descuentos y financiación, y por él no hay que pagar impuesto de matriculación, ya que emite menos de 120 gr/km de CO2 (se queda en 109). Además, es un coche con etiqueta Eco de la DGT, lo que aporta ventajas fiscales y de movilidad en las grandes ciudades, otro gran valor añadido para este crossover.

Eso sí, con el atractivo y deportivo acabado RS Line el coste del Arkana se eleva hasta los 29.486 euros, una cifra que se justifica por todos los aditamentos deportivos, la mayoría ya descritos, y un equipamiento en el que destacan, por ejemplo, las luces LED, los cristales traseros tintados, la tarjeta de acceso y arranque sin llave, el regulador de velocidad adaptativo, el cargador inalámbrico de dispositivos móviles o el volante calefactable.

En materia de seguridad, la lista sigue con soluciones como el sistema de frenado de emergencia con detección de peatones y ciclistas, el detector de tráfico trasero y el de ángulo muerto, el asistente de mantenimiento de carril o la ayuda al aparcamiento con cámara de visión trasera.

FICHA TÉCNICA

Motor: híbrido, gasolina.

Potencia (kW/CV): 105/145.

Cambio: automático.

Largo (mm): 4.568.

Ancho (mm): 1.821.

Alto (mm): 1.576.

Maletero (litros): 480.

Velocidad máxima (km/h): 172.

De 0 a 100 km/h (seg.): 10,8.

Consumo medio (l/100 km): 4,8.

Emisiones CO2 (gr/km): 109.

Precio (euros): 29.486 euros.


Source: Coches

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por admin