El exceso de velocidad, el uso de alcohol o drogas al volante, no tener la inspección técnica del vehículo al día… hay acciones que afectan a la seguridad vial y que son más que conocidas por el conjunto de los conductores, además de ser recurrentes en las estadísticas de sanciones.
Pero, por otro lado, hay infracciones que resultan curiosas a la par que desconocidas pero que, no por ello, dejan de ser sancionadas. El pasado 2019, se interpusieron multas a conductores que circulaban demasiado despacio, ya que está prohibido conducir a una velocidad menor que la mitad establecida como máximo en la vía y entorpecer el tráfico sin motivo de fuerza mayor, según el reglamento de Circulación.
Así mismo, se establecieron sanciones administrativas con razón de perjuicio contra el medioambiente. Estas multas, normalmente, se interponen a conductores que con sus acciones pueden provocar efectos nefastos en el entorno, como por ejemplo, lavar el coche en un sitio público, ya que se pueden verter líquidos tóxicos o nocivos. También lanzar objetos que ensucien la calzada o que entorpezcan el tráfico es motivo de sanción.
Por otro lado, hay una serie de infracciones al volante que casi nunca se cometen. Pero, como en todo, siempre hay una excepción que confirma la regla. En este sentido, la acción menos multada suele ser la omisión de colaboración en un accidente en el que se estaba implicado. Hay que recordar que esta omisión puede incurrir en un delito con pena de cárcel por omisión de socorro.
Y aunque acaparen la atención, tampoco ha sido habitual ir al volante con una tasa de alcohol mayor a la permitida por ley, sin el cinturón de seguridad abrochado ni por conducción temeraria, no superando ninguna de estas infracciones el 1% del total de las multas interpuestas el año pasado.
De todas maneras, cabe recordar que estas acciones son las que más accidentes y más heridos pueden llegar a provocar, incluidos el exceso de velocidad y el uso del teléfono móvil.
Source: Coches
