Los coches con motor de combustión tienden a acumular residuos en los conductos del motor producidos por la quema de los combustibles. Los coches diésel son más sensibles a la carbonilla y hay que ser consciente de este fenómeno, ya que puede afectar al rendimiento del motor.
La descarbonización de un motor es un procedimiento que se usa para limpiar el coche y que, por lo tanto, puede ayudar a eliminar los residuos y a mejorar el funcionamiento del motor. Sin embargo, no todos los expertos coinciden en los beneficios de esta práctica que también puede tener consecuencias negativas.
Mejora el rendimiento y la comodidad
Dependiendo de en qué estado se encuentre nuestro vehículo y el motor se pueden conseguir unos resultado mejores o peores. Se estima que el precio medio de esta operación ronda los 200 euros y, si quiere hacerse, debe ser entre los 15.000 y los 20.000 kilómetros para que sea efectivo.
Desde Mapfre explican que el objetivo de este proceso es hacer que el motor vuelva a disfrutar de su máximo rendimiento y que funcione como si acabara de salir de fábrica. La descarbonización del motor consigue aumentar la potencia y par motor, mejorando la compresión de los cilindros y el trabajo del bloque.
Al mismo tiempo, reduce el consumo de combustible y contamina menos, ya que elimina los residuos contaminantes. También mejora el confort en conducción al reducir las vibraciones del coche y el ruido.
Riesgos de averías
Uno de los principales riesgos, por otro lado, de descarbonizar el coche es acaban provocando averías en las válvulas de motor y en el cilindro, sobre todo dependiendo del tipo de método que utilicemos. Una de las más usadas es también la menos agresiva, por lo que reducirá los riesgos de averías, y consiste en una pirólisis controlada con gas oxihidrógeno a muy alta temperatura.
Con este sistema la carbonilla se incinera, mientras que otros métodos apuestan por productos desincrustantes o corrosivos que pueden provocar daños en las piezas importantes del motor.
Source: Coches