La mayoría de los accidentes que se producen en las grandes ciudades están causados por distracciones al volante o malas prácticas de los conductores, como cambiar de carril de manera abrupta o sin indicar. El 80% de los choques entre vehículos en ciudad podrán evitarse siguiendo unos sencillos consejos, como los que propone Cleverea, empresa de seguros de coche y moto.
Escoger siempre el carril correcto
Escoger el carril acertado es muy útil para llevar a cabo una conducción tranquila y segura. Existen muchas herramientas disponibles de ayuda en ruta, como el GPS, para conocer previamente el destino y así poder elegir con tiempo el carril. Si no, optar por el central cuando lo haya nos dará más margen de maniobra.
Respetar las señales de tráfico y los semáforos
Parece una obviedad, pero no siempre se respetan. Los límites de velocidad son importantes de respetar, así como los cedas el paso o los stop. Ocho de cada diez choques graves en ciudad se dan porque un vehículo se salta el semáforo y, normalmente, se acelera para pasar en ámbar cuando se debería frenar.
Emplear el GPS para llegar al destino
Emplear el GPS es muy útil ya que ayuda a establecer la ruta deseada y va indicando cualquier detalle de relevancia a tener en cuenta, siempre teniendo en cuenta no manipularlo cuando estamos en marcha.
Ceder siempre el paso al peatón
Es de vital importancia tener presente que el peatón siempre tiene prioridad sobre los turismos en los pasos de peatones. En una ciudad, hay miles de estos pasos que no están regulados por semáforos, lo que implica reducir la velocidad porque las personas tendrán prioridad en caso de que quieran cruzar.
Revisar el vehículo y tenerlo en buen estado
Es muy importante que un vehículo se encuentre en las mejores condiciones posibles, desde los neumáticos a los niveles de los líquidos y las luces, para que funcione a la perfección, frene a tiempo… En definitiva, cuidar del coche ayuda a evitar accidentes.
Mantener la distancia de seguridad
Los atascos y el tráfico intenso elevan las probabilidades de colisión entre vehículos, por lo que conviene mantener siempre la distancia de seguridad o incluso aumentarla si así lo consideramos. Para calcular la distancia máxima que debe haber entre vehículos, hay que tener en cuenta la velocidad a la que se está circulando, quitar la última cifra y multiplicarla por sí misma. Por ejemplo, si se circula a 50km/h, se quita el cero y se multiplica 5×5: 25 metros.
Ponerse el cinturón y el casco
En las grandes ciudades, aproximadamente un 30% de los fallecidos en turismos y furgonetas no llevaban puesto el cinturón de seguridad y uno de cada diez motoristas muertos no usaban el casco.
Frenar antes del badén
Los badenes funcionan como reductores de velocidad y, en caso de no respetarlos, podrían dañar la suspensión de nuestro vehículo, pero no solo. Al levantar el coche del suelo, la suspensión y neumáticos sufren un importante impacto y, al caer con fuerza sobre ellos, pueden afectar tanto a los bajos como a la carrocería.
No usar ni móvil ni auriculares
Además de ser motivo de sanción, es una peligrosa distracción que puede provocar diferentes tipos de accidentes. Utilizar cualquier dispositivo que, además, pueda contribuir a disminuir o impedir la atención auditiva, empeora la situación y aumenta el riesgo.
Entrar y salir correctamente en las rotondas
La función de las rotondas es hacer más fluido el tráfico, pero al final los conductores acaban entrenando y saliendo de ellas sin respetar las normas de circulación y poniendo en riesgo la seguridad vial. Sigue estos consejos de la DGT para recordar cómo hay que coger una rotonda.
No dejar que las emociones afecten a la conducción
Por último, aunque parezca una obviedad, las emociones pueden afectar de manera grave en la conducción. Por ejemplo, tener una discusión o haber sufrido un disgusto puede poner en peligro nuestras facultades para decidir correctamente cómo conducir. Si nos notamos alterados, lo mejor será no coger el coche hasta que recuperemos la calma.
Source: Coches