Escoger una moto para nuestros trayectos diarios tiene enormes beneficios, pero a la hora de conducirla hay que tener en cuenta ciertos aspectos que difieren de aquellos aplicables a un turismo. Igualmente, tener una moto como vehículo de ocio también requiere prestar atención a ciertas costumbres, aunque la utilicemos menos.
Se podría decir que la teoría la conocen todos los usuarios de estos vehículos de dos ruedas. La realidad es que, después, no todo el mundo la lleva a la práctica. Hay dos tipos de errores que cometemos en la moto que afectan a nuestra seguridad y al estado del vehículo. Los del primer tipo son, por supuesto, los relacionados con el mantenimiento periódico. Los segundos son gestos y costumbres en la conducción.
No revisar el aceite ni el líquido refrigerante
No revisar el aceite de la moto, su nivel y su estado, o escoger un aceite no indicado para nuestra motocicleta es un riesgo al que sometemos el vehículo cada vez que lo arrancamos. Lo mismo sucede con el líquido refrigerante. Para comprar el aceite correcto habrá que echar un vistazo a las recomendaciones del fabricante y, sobre todo, no mezclar nunca diferentes productos con distintas viscosidades.
No engrasar la cadena
Este elemento puede ser el que más esfuerzo soporta durante la conducción. La cadena de la moto hay que revisarla, debe estar bien lubricada y bien tensada. Descuidar el mantenimiento de este componente mecánico puede causar averías graves y caras, además de poner en peligro la conducción.
Los frenos y la suspensión sin revisar
El sistema de suspensión y el de frenos aseguran una frenada correcta y una conducción cómoda. Hay que cambiar y revisar las pastillas de freno cuando indique el fabricante o cuando se estropeen y limpiar las suspensiones para evitar que pierdan efectividad o que incluso provoquen averías.
Las luces y los neumáticos
Este punto es común con el cuidado de los coches. Hay que asegurarse siempre de que todas las luces funcionan bien si no queremos acabar recibiendo una multa y los neumáticos deben cambiarse en cuanto notemos que están desgastados o deformados, con más aún importancia en el caso de las motos ya que una rueda en mal estado es sinónimo de caída.
Comprar la moto equivocada
A la hora de escoger una moto, debemos tener en cuenta muchos factores, como nuestra altura, la distancia con el manillar, el peso… Comprar una moto muy grande o muy pesada para nuestras capacidades o nuestras características físicas puede acabar haciendo la conducción incómoda o peligrosa.
Exceso de confianza
Confiarse demasiado conforme vamos adquiriendo experiencia en la moto puede volvernos temerarios y descuidados. Hay que respetar siempre la distancia de seguridad, no zigzaguear entre carriles y coches y prestar atención a los ángulos muertos de los vehículos a nuestro alrededor, sobre todo lo más voluminosos.
No comprar las protecciones adecuadas
Del casco a las botas, es importante contar con la ropa adecuada para ir en moto. No prestar atención a los complementos que vestimos cuando circulamos, teniendo en cuenta el clima y el tipo de conducción, hará nuestro viaje más incómodo y correremos el riesgo de sufrir mayores lesiones en caso de accidente.
El estado de la carretera
Superficies deslizantes, machas en el asfalto, agujeros o baches… Este tipo de desperfectos de una carretera pueden acabar haciéndonos caer si no tenemos cuidado de esquivarlos o pasamos sobre ellos a gran velocidad. Mejor reducir la presión del acelerador y prestar atención al estado del firme.
Source: Coches