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- Aunque no todas las costumbres al volante son malas, hay algunas que pueden causar, con el paso de los años, severos problemas al vehículo.
- ¿Qué significan los pilotos de avería que se encienden en tu coche?
Aunque a algunos les cueste reconocerlo, todos los conductores tenemos malos hábitos al volante. Sin embargo, algunos tienen mucha repercusión, ya sea por su peligrosidad, como conducir con las manos sobre el regazo en autopista; por ser motivo de sanción, tocar, por ejemplo, el claxon a diestro y siniestro por la ciudad; o por ocasionar averías al coche que supongan un gran desembolso en el taller, como las que destacan en el portal Rastreator.com y de las que nos hacemos eco.
- Actividad irregular del motor. Según Rastreator.com, el 13% de los coches que pasan por el taller lo hacen debido a las malas técnicas y el elemento que más las sufre es el motor. Así, las formas bruscas que aceleran el desgaste de toda la mecánica, estirar el motor al máximo, conducir con las marchas incorrectas, abusar de los acelerones y frenazos bruscos o empezar a circular con el motor frío son algunos de los errores frecuentes que cometemos los conductores, bien sea por prisa o por desconocimiento.
- El embrague, pisado. Aunque tener una reacción rápida con el coche es de vital importancia (sobre todo cuando hay algún imprevisto de gravedad), esto no implica llevar todo el rato el pie en el embrague. Este gesto tan común es muy dañino para el funcionamiento del vehículo, ya que las fricciones que se producen en la parte interna del disco de embrague acabarán en rotura y, además de un susto conduciendo, nos llevaremos otro en el taller cuando nos cuenten cuánto cuesta cambiarlo: una media de 400 euros.
- La mano, en la caja de cambios. Lejos de poner ambas manos sobre el volante, las malas costumbres conduciendo lleva a numerosos usuarios a tener siempre bajo control la caja de cambios. Este gesto, además de poner en riesgo la seguridad en el coche, perjudica dicha estructura, pues el rozamiento y la presión constante pueden conllevar la aparición de deformaciones en el engranaje.
- La suspensión, ¿qué es eso? Vale, los badenes en la ciudad cada diez metros son un aburrimiento, pero no por ello hay que cogerlos como si nos encontrásemos en un rally, y es que estos desniveles, además de proteger a los peatones, pueden perjudicar la suspensión del coche y dañarla. Por eso, lo mejor es cogerlos a poca velocidad y evitar toda clase de bordillos y baches si no se quiere acabar con el coche averiado.
- Mis neumáticos no se deshinchan. Antes de coger el coche, sobre todo si pretendemos hacer un viaje largo, es muy importante revisar el estado de nuestros neumáticos, pues, producto de los frenazos y acelerones que solemos dar en la ciudad, los bordillos que subimos cuando buscamos aparcamiento y la manía de no dejar el eje recto cuando estacionamos, pueden haber perdido gran parte de su efectividad.
Source: Coches