Las maniobras a bordo del vehículo deben ejecutarse siempre con extrema precaución, ya que pueden comprometer la seguridad vial. Para maniobrar correctamente, es preciso controlar primero la situación que nos rodea a través de los espejos retrovisores.
Uno de los gestos más utilizados para, por ejemplo, aparcar es la marcha atrás. Esta maniobra es una de las más restringidas en el código de Tráfico por su peligrosidad. En concreto, está prohibido circular marcha atrás a no ser que sea estrictamente necesario o sea una maniobra complementaria.
Por ejemplo, cuando se estaciona el vehículo se entiende que es una maniobra de este tipo. Sin embargo, en autovías y autopistas está completamente prohibido. Solo podrán maniobrar marcha atrás en estas vías los vehículos de emergencias y con carácter excepcional.
Para hacer uso de la marcha atrás correctamente, desde la Dirección General de Tráfico se explica que lo primero es estacionar el coche, observar y comprobar la situación a través de los retrovisores y, entonces, iniciar la marcha lentamente.
También se aconseja que, en caso de mala visiblidad, alguien que nos acompañe baje del vehículo y nos indique cómo proceder. Hay que prestar atención al pedal del embrague y no tenerlo nunca pisado a fondo cuando se maniobre marcha atrás. Del mismo modo, no se debe realizar esta maniobra en punto muerto.
Igualmente, se requiere de agilidad para controlar los pedales de freno y acelerador en caso de surja un imprevisto. En el Reglamento de Circulación, además, se señala:
En caso de no respetar estas directrices, la sanción que conlleva circular marcha atrás corresponde a una infracción grave. Esto quiere decir que nos arriesgamos a perder cuatro puntos del carné de conducir y a hacer frente al pago de al menos 200 euros de multa si no cumplimos las normas al usar la marcha atrás.
Source: Coches