Lun. Abr 21st, 2025

Hay productos que no llaman mucho la atención pero que marcan la diferencia cuando se usan. Y en el mundo del mantenimiento del coche, algunos aditivos han pasado de ser un secreto de mecánicos a un truco habitual entre conductores que buscan alargar la vida de su motor.

No se trata de milagros, ni de soluciones mágicas, pero sí de pequeños aliados que, usados correctamente, pueden ayudar a que el coche vaya más fino, consuma algo menos o haga menos ruido. Hablamos de complementos que, sin ser imprescindibles, sí que pueden marcar la diferencia en determinados momentos: después de un cambio de aceite, al comprar un coche de segunda mano, o para mantener todo en orden.

Uno de los productos más valorados en este terreno es un aditivo que muchos conductores ya tienen fichado: el Liqui Moly Cera Tec. Sirve tanto para motores diésel como gasolina, se puede aplicar sin conocimientos técnicos y su uso está certificado. Y ahora, además, está casi a mitad de precio y cuesta menos de 20 euros.

Un aditivo para alargar la vida útil del motor

El Liqui Moly Cera Tec es un aditivo para el motor que se añade directamente al aceite, como parte de una rutina de mantenimiento sencilla pero útil. Su composición combina partículas cerámicas con compuestos químicos que actúan sobre el interior del motor. No cambia la viscosidad del aceite, ni altera su comportamiento habitual, pero sí aporta una capa extra de protección que reduce la fricción.

En el día a día, eso se traduce en algo muy sencillo: menos desgaste en las piezas internas, sobre todo en el arranque o en trayectos cortos, donde más sufre el motor. También ayuda a suavizar la marcha, algo que puede notarse en vehículos con muchos kilómetros o en aquellos que se usan con frecuencia en ciudad.

Una de sus principales ventajas es que es compatible con cualquier tipo de aceite (tanto mineral como sintético), así que no necesitas cambiar tu rutina para probarlo. Basta con añadir el contenido del bote al hacer el cambio de aceite y listo. Su efecto se mantiene durante varios miles de kilómetros, lo que lo convierte en una solución práctica a medio plazo.

No sustituye una buena lubricación ni soluciona problemas graves, pero sí ayuda a mantener el motor más protegido y puede resultar interesante si tienes un coche con algunos años o muchos kilómetros a sus espaldas. Además, añadirlo tras una revisión o un cambio de aceite es una forma de darle un pequeño refuerzo al motor, algo parecido a cuidar la piel con una buena crema después de una ducha: no es obligatorio, pero se nota con el tiempo.

Un clásico entre los aditivos que sigue ganando adeptos

Lo que distingue al Cera Tec de otros aditivos es su equilibrio entre simplicidad y eficacia. Está pensado para aplicarse de forma sencilla, sin desmontar nada y sin necesidad de hacer ajustes. Eso facilita mucho su uso, especialmente si sueles hacer el cambio de aceite en casa o simplemente quieres pedir que lo añadan en tu taller de confianza.

También es interesante que no afecta a sistemas delicados como los filtros de partículas, ni interfiere con catalizadores o turbos. Esto lo hace adecuado para una amplia variedad de vehículos, incluidos coches modernos con mecánicas más complejas.

El Cera Tec de Liqui Moly es uno de esos productos que puedes probar una vez y, si te convence, repetir cada cierto tiempo. No es caro, no requiere conocimientos técnicos, y puede aportar una dosis de tranquilidad si te preocupa el desgaste del motor. No hará que tu coche viejo suene como nuevo, pero sí puede ayudar a que siga funcionando con suavidad durante más tiempo. Y eso, al final, es lo que todos queremos cuando giramos la llave del contacto.


Source: Coches

Share Button

por admin