La historia de Maserati tiene un antes y un después de este momento, ya que se ha adentrado de lleno en la era electrificada. Tras muchos meses de pruebas y desarrollo, la marca ya tiene listo el Ghibli híbrido definitivo sobre el cual se construirá el coche de serie.
El Ghibli es un modelo ya consolidado en la marca, ya que se lanzó en 2013, y por tanto era una base idónea para el nuevo proyecto. Con la incorporación del sistema híbrido llega también una actualización de la imagen, que afecta a la parrilla frontal, las “branquias” laterales o los grupos ópticos traseros. El color azul va a ser el que identifique las versiones con mecánica electrificada, y se podrá ver en detalles como en las propias salidas de aire laterales, las pinzas de freno o el rayo del logotipo en el lateral. Por dentro también hay ligeros cambios y el color azul está presente en las costuras de los asientos.
En relación a la mecánica, para este nuevo Ghibli se ha elegido un sistema Mild Hybrid (hibridación ligera) provisto de un alternador de 48 voltios y un sobrealimentador eléctrico (e-Booster) en combinación con el motor gasolina de 2 litros de gasolina, un conjunto que pesa 80 kg menos que la variante diésel –que ahora desaparece de la gama– y que desarrolla 330 caballos de potencia, con un par máximo de 450 Nm a 4.000 rpm. La caja de cambios es una ZF automática de 8 velocidades, y tiene asociado un diferencial autoblocante mecánico trasero para aprovechar al máximo la transmisión de la potencia al suelo.
Con el nuevo motor híbrido, el Ghibli podrá acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos y la velocidad máxima será de 255 km/h.
Source: Coches