La seguridad vial es un asunto que concierne a todos los usuarios de las vías urbanas e interurbanas, desde los peatones hasta los conductores profesionales. Pese a que la Dirección General de Tráfico busca disminuir el número de accidentes hasta llegar a cero, ese objetivo nunca acaba de cumplirse.
El camino para reducir la siniestralidad en ciudad y en carretera comenzó con la instauración del sistema del carné por puntos y continua a diario con los controles de velocidad, drogas y uso del móvil al volante, tanto con radares fijos como con móviles, furgonetas con agentes de tráfico o, incluso, drones.
Pese a que durante este año, que se considera atípico, el total de accidentes ha disminuido en comparación con el pasado 2019, sí que se han registrado durante las últimas semanas repuntes en los excesos de velocidad y en los accidentes relacionados con motocicletas, consideradas con un colectivo vulnerable.
Las infracciones de este tipo se consideran tan graves que pueden ser castigadas incluso con penas de prisión, convirtiéndose así en delitos. Y cada vez más crece el número de presos relacionados con este tipo de ilícitos penales.
El pasado lunes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, presentó el primer informe sobre los delitos de Seguridad Vial y el dato más revelador es que un total de 4.542 personas están en prisión por haber cometido algún delito de este tipo, lo que representa el 9% de la población penitenciaria.
Y ese porcentaje no se queda ahí, ya que según el ministro este número de conductores va en aumento. Del total, 1.159 de los condenados a prisión lo estaban con un ilícito contra la seguridad vial como delito principal.
De los casi 4.600 presos, el 97’3% son hombres, de una edad media de 40 años con condenas inferiores a los tres años por las siguientes causas: conducir sin permiso o sin vigencia del mismo (54,4%), de forma temeraria (16,7%) y bajo influencia de bebidas o análogas (16,7%). La mayoría son de nacionalidad española.
Source: Coches