La inminente creación de una Zona de Bajas Emisiones en todas las localidades de más de 50.000 habitantes pone en una tesitura cuanto menos delicada a cientos de miles de conductores. Los ayuntamientos que todavía no se han pronunciado crean una cierta sensación de incertidumbre, frente a los que han pedido un aplazamiento en las fechas de implementación de estas ZBE, que desde luego afecta a los mercados automovilísticos, aunque no de igual manera que otros factores la falta de suministros.
Sí que se prevé, independientemente de la fecha de implementación, que el mercado de los vehículos de ocasión varíe con la creación de cientos de zonas de bajas emisiones. Las previsiones señalan una paulatina demanda de los coches híbridos y eléctricos, «ya que son los más sostenibles y a los que no perjudican las nuevas restricciones», apunta el CEO de Motoreto Marco Conde. «Pero, sobre todo, se apreciará un aumento de la demanda de vehículos de ocasión más modernos con etiqueta B y C, ya que la diferencia de precio con respecto a los híbridos y eléctricos es bastante notable», explica. Estos modelos sí podrán circular por las zonas limitadas, aunque, según la experiencia previa, no podrán aparcar en la calle.
Renovar el parque automovilístico
Esta futura tendencia, impulsada por las ZBE, tendrá sin duda efectos positivos en el parque automovilístico español, excesivamente envejecido. Mientras que los vehículos de más de 10 y 13 años estaban hasta ahora entre lo más vendidos, Conde augura que el interés de compra se centre en vehículos más «nuevos y sostenibles».
Como contra inevitable, por otro lado, es de esperar que el precio de este tipo de vehículos de ocasión se encarezca. Ya ha sucedido con los modelos eléctricos y, si a partir de la implementación de las ZBE las intenciones de compra vira hacia los coches B y C más modernos, es de esperar que los precios de este segmento también crezcan. Una mayor demanda y una menor oferta tienen esta consecuencia.
Una solución a esta futura situación, que parece inevitable, sería incentivar la adquisición de los vehículos de segunda mano de menos de 5 años con ayudas y subvenciones. «Todo lo que sean incentivos y ayudas que beneficien al bolsillo del consumidor, fomentará las compras», confirma Conde. Con un programa de este tipo se solucionarían dos problemas a la vez: se ayudaría al conductor a renovar su vehículo para poder circular de manera más eficiente y, al mismo tiempo, se rejuvenecería el parque automovilístico.
Source: Coches