Dom. Nov 17th, 2024

Los médicos recomiendan consumir, al día, dos litros de agua aproximadamente. Pero esta cantidad se refiere al mínimo diario y habrá que ajustarla dependiendo del calor, de las actividades que se realicen y de otros factores como la sudoración, que es un mecanismo del cuerpo para regular su temperatura.

Así, mientras que es necesario ajustar de manera preventiva la cantidad de agua que se bebe antes de hacer deporte, este tipo de patrón también hay que aplicarlo a la conducción.

Una correcta hidratación puede ayudarnos a conducir de manera más segura ya que mantiene nuestro cuerpo y sus funciones en buen estado. Sin embargo, la deshidratación puede provocar cansancio, fatiga, dolor de cabeza e incluso somnolencia, efectos que merman las facultades físicas al volante.

Durante los viajes largos se recomienda planificar las paradas y hacer una pausa cada dos horas. Aprovechar entonces para beber agua, estirar las piernas y descansar la vista es lo más recomendado.

Además, en muchos países está prohibido beber agua al volante y, en España, no está especificado como tal pero puede ser una acción sancionable. Si los agentes entienden que el beber agua está perturbando a la atención necesaria para conducir o impide de un modo u otro mantenerla, según el artículo 18.1, la multa puede ser de entre 80 y 100 euros.

También se pueden tomar bebidas como café o refrescos con gas que ayudan a mantener la atención, aunque no recuperan la pérdida de líquidos de una manera tan efectiva como el agua.

Además, este tipo de bebidas muchas veces engañan y no hacen desaparecer el cansancio si no que simplemente enmascaran sus efectos, por lo que pueden ser peligrosas.

Otro factor que ayuda a la deshidratación es el uso (o mejor dicho, el abuso) del aire acondicionado. El climatizador reseca el ambiente del habitáculo y baja los niveles de humedad.


Source: Coches

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por admin