Aunque a muchos les cueste reconocerlo, el verano ya se ha acabado y deja paso al otoño, una estación en la que los paisajes montañosos y de bosque se tiñen de colores marrones, amarillos verdes y ocres. Y en la que también cambia el clima y las lluvias empiezan a dominar el cielo.
Pese a que la estampa parece preciosa, todo este cúmulo de factores y fenómenos climáticos pueden acabar suponiendo un riesgo para la conducción. Según el fabricante de automóviles SEAT, las hojas en la carretera pueden provocar una pérdida de adherencia al asfalto y las lluvias afectan también a la visibilidad durante el trayecto.
Por estas razones es necesario adaptar la conducción a la nueva estación, aplicar una serie de consejos prácticas para mantener la seguridad al volante y, sobre todo, conocer el estado de la carretera y los riesgos que nos podemos encontrar durante el trayecto.
Source: Coches