El precio de los combustibles fósiles se ha estabilizado, pero no ha vuelto a bajar hasta las cifras que se manejaban antes del año pasado. El encarecimiento de la vida en general, y el de la gasolina y el diésel en especial, hace que muchos conductores apuren las reservas de sus depósitos cuando conducen.
Conducir con el coche en reserva es peligroso. Aunque queramos apurar el depósito, está demostrado que circular con el tanque lleno es más beneficioso para el vehículo y para nuestro bolsillo. Primero, porque evitamos que las impurezas depositadas al fondo del tanque entren al motor. Segundo, porque cuanto menos combustible hay en el tanque, más tiende este a evaporarse.
Y, como tercera razón, porque llenando de manera regular el depósito evitamos ciertos riesgos que afectarán muy negativamente a la mecánica de nuestro vehículo, así como a nuestro bolsillo. Y es que uno de los mayores riesgos de circular en reserva es apurar demasiado el depósito y acabar quedándonos sin gasolina o sin diésel.
Consecuencias negativas de circular en reserva
Cuando el coche se queda sin combustible, el primer elemento que echará en falta la gasolina o el diésel será la bomba de combustible. Esta pieza sufre también cuando circulamos en reserva, ya que la falta de carburante puede provocar que se sobrecaliente.
Posteriormente, todo el sistema de reparto de combustible sufrirá su falta y las impurezas acumuladas en el fondo del depósito se podrían repartir y acumular en los tubos y piezas del sistema, provocando un deterioro precoz o una falta de rendimiento. Una vez que hayamos vuelto a repostar, será importante revisar la batería, la bomba, el motor de arranque y sustituir el filtro del combustible.
¿Cómo nos daremos cuenta si el vehículo se queda sin combustible? Pues porque empezará a dar tirones, se ahogará y finalmente se quedará parado. También se apagarán los sistemas que se ponen en marcha durante el funcionamiento del vehículo, como la dirección asistida.
Multas por quedarse sin gasolina o sin diésel
Circular en reserva también puede acabar en una multa de entre 200 y 3.000 euros. Como se lee. Apurar el depósito de combustible al máximo no es un hecho sancionable, pero sí lo es quedarse sin gasolina o sin diésel. Al quedarnos sin carburante en la carretera, estaremos incumpliendo el artículo 3 del Reglamento (conducir con diligencia y precaución para evitar daños propios o ajenos o poner en peligro a cualquier usuario de la vía) y el 90 (no se puede parar un coche en vías interurbanas, salvo en caso de avería o accidente). Estas dos infracciones están penadas con sendas multas de 200 euros.
La multa cara viene si, al desplazarnos hasta una gasolinera para llenar una garrafa y, así, poder volver a poner nuestro coche en marcha, usamos cualquier tipo de recipiente. Está estipulado que esta deberá ser una garrafa especial regulada según las normas de transporte de mercancías peligrosas y, si no cumplimos con esta normativa, la sanción oscilará entre los 2.000 y los 3.000 euros. Mejor no jugársela y no apurar la reserva de nuestro coche.
Source: Coches