Ni Pegasus, ni los drones casi imperceptibles, y ni tan siquiera los radares antifrenazos o dobles. La Dirección General de Tráfico, en su empeño por reducir la alta tasa de siniestralidad en España por exceso de velocidad, no se conforma y pone el foco ahora en los nuevos radares que multan con hasta 200 euros a los conductores por no respetar la señal de STOP y no se detengan por completo antes de reemprender la macha.
Pero, ¿cómo funcionan y dónde se encuentran localizados? Pues bien, una cámara de video graba de forma permanente y apunta hacia la zona de detención obligatoria. De este modo, esta innovadora tecnología permite detectar si el vehículo en cuestión se detiene por completo o no. Ahora bien, en el caso de que el conductor no haya parado el vehículo correctamente, el sistema enviará el vídeo al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT para iniciar el proceso sancionador.
Cómo sanciona la DGT si te saltas una línea continua
Al igual que las nuevas cámaras de videovigilancia en STOP, la Dirección General de Tráfico también ha implementado esta medida para evitar que sobrepasen líneas continuas por las carreteras españolas. Este tipo de sistema es capaz de leer las matrículas de los vehículos que circulan por el carril de incorporación.
Su objetivo es grabar y comparar todas las matrículas que circulan por el tramo de incorporación y determinar si algún vehículo se ha situado en la vía principal antes terminar la línea continua. Con esta nueva medida, los conductores sancionados pagarán un coste de 200 euros sin pérdida de puntos en el carné de conducir. El procedimiento será el mismo que en la señal de STOP: grabación, envío al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas y emisión de una sanción que intentará evitar el auge de las colisiones laterales en vehículos.
Las consecuencias de saltarse un STOP: 200 euros y 4 puntos
El objetivo de los nuevos radares no es otro que atajar una de las infracciones más comunes en la carretera justo por detrás de los excesos de velocidad: no mantener la distancia de seguridad, invadir el sentido contrario y no respetar la regulación de prioridad. Y es que, a pesar de los riesgos que ello conlleva, saltarse un STOP se ha convertido en una de las infracciones más habituales en nuestro país.
La DGT confirmó este dato después de publicar las muertes en 2021 por incumplir esta norma. Más de 1.000 conductores perdieron la vida. Y es que, en caso de no respetarlo, puede suponer un accidente con consecuencias graves, sobre todo debido a la diferencia de velocidad que se produce entre los vehículos en este tipo de intersecciones. Justo en este sentido, la sanción por no respetar una señal de STOP es de 200 euros y, además, conlleva una pérdida de 4 puntos en el carné de conducir.
Source: Coches