El mantenimiento de un coche no solo pasa por cambiar el aceite y las ruedas cuando toque. Es necesario estar pendiente de la mecánica del vehículo, prestar atención a cualquier síntoma que pueda revelar una avería y mover el coche regularmente para que no se deteriore por el mero hecho de estar parado. Y es que los automóviles son bienes caros y muy sensibles a la falta de uso.
Otro de los gestos indispensables para llevar al día un buen mantenimiento del coche es la limpieza. La suciedad que se acumule por fuera puede dañar la carrocería y la pintura y la que haya en el habitáculo puede convertirse en un problema imposible de eliminar si no se limpia regularmente.
Este Ferrari 458 es la viva prueba de la importancia de limpiar el coche de manera regular. Después de usarlo como vehículo de diario, su dueño decidió dejarlo aparcado en el garaje durante tres años, periodo durante el cual, por supuesto, no lo limpió ni por fuera ni por dentro.
El restaurador de coches Larry Kosilla consiguió hacerse con él y muestra en el siguiente vídeo todos los daños y desperfectos que el paso del tiempo había provocado en este coche de lujo y, al mismo tiempo, explica todo el proceso de restauración.
Entre otros daños que este Ferrari había sufrido, destacan el interior y el mal estado del freno del coche, además de los desperfectos que podrían apreciarse en la pintura. Kosilla retira toda la película transparente del coche para corregir la pintura, arreglar los arañazos y devolverle su brillo original. También friega todo el cuero del interior del coche, aspira la moqueta y de manera muy minuciosa hasta pule los tornillos de las ruedas.
El resultado final del vídeo muestra como, con esmero y paciencia, un coche se puede rescatar para que parezca que está nuevo, aunque lo ideal es no dejar nunca que nuestro coche llegue a tal punto de deterioro.
Source: Coches
