La ola de frío que se avecina puede pasar factura en muchos aspectos. Los vehículos son algunos de los grandes afectados por la bajada de las temperaturas e ir a arrancar el coche por las mañana se puede convertir en una gran odisea que nos haga llegar tarde al trabajo.
Aunque a este problema se le puede poner remedio antes de tener que buscarle una solución (aparcando el coche en el garaje, tapándolo…), también es imprescindible saber cómo arrancar el coche cuando hace mucho frío, para evitar dañar el motor y la mecánica.
El mejor consejo a aplicar cuando se quiere arrancar el coche después de una fría noche de invierno es tener paciencia. Entendido desde otro punto de vista, quiere decir que no hay que forzar el coche para que arranque, ya que podemos dañar seriamente la batería, el motor de arranque y el motor.
Los tres pasos a seguir que aconseja Mapfre son: calentar la batería con un paño previamente templado (no mojado), accionar el contacto varias veces en el caso de los coches diésel y conducir durante los primeros minutos al ralentí para permitir que toda la mecánica entre en calor.
Lo mejor es meter la llave en el contacto y accionarla sin arrancar el coche, dejando unos segundos para que el coche vaya entrando en funcionamiento Una vez arrancado el motor, también es aconsejable no iniciar la marcha rápidamente.
Forzar el coche, pretender arrancar y salir nada más subirnos y obligar al sistema de calefacción a trabajar antes de que se haya calentado el coche puede provocar graves averías. Igualmente, no tener los líquidos a los niveles correctos y haber olvidado llevar a cabo una revisión antes de que llegue el frío suele ser un grave error.
Otros gestos que pueden causar daños en el coche durante la temporada de frío son tratar de descongelar el cristal dirigiendo la calefacción a la luna, ya que estas pueden acabar rompiéndose por el estrés térmicos; y girar la llave del coche en el contacto durante más de 5 segundos al ver que el motor no arranca.
Source: Coches
