Tras el anuncio de su lanzamiento, lo cierto es que teníamos ganas y curiosidad de tenerlo ante nuestros ojos, tocarlo y conocer los detalles de la sexta generación del Astra, aunque la presentación era estática y todavía no hemos podido conducirlo.
Como país matriz, Alemania tiene mucho que decir en este modelo, ya que, aunque Opel pertenece a la corporación Stellantis y la plataforma (EMP2) es común a todas las marcas, muchas características son obra y gracia de ingenieros y diseñadores germanos.
Quizá por eso la estética del nuevo Astra de cinco puertas (más adelante habrá una familiar) es así de sobria, angulosa, musculosa y atractiva, muy diferente a su predecesor salvo en las dimensiones, que son prácticamente las mismas, pero con 5 cm más de anchura y con la posibilidad de acoger diferentes tecnologías de propulsión, como veremos.
En el frontal destaca el Opel Vizor, el recurso de diseño para la parrilla que estrenó el Opel Mokka y que consiste fundamentalmente en una ancha franja negra que va de faro a faro, unas ópticas LED que se iluminan en forma de “L” tumbada en su configuración de luz diurna y que da mayor sensación de anchura al coche. También destaca la gran nervadura central del capó, mientras que el lateral sigue una línea fluida, ensanchada delante y detrás, con llantas de hasta 19 pulgadas y una parte trasera limpia, de nuevo con faros LED horizontales y el logotipo en el centro que hace las veces de tirador para abrir el maletero.
Estas son las características comunes, ya que Opel ha querido dar a cada uno de los acabados, Edition, Elegance, GS Line y Ultimate, características propias de diseño para que queden diferenciados.
El diseño por dentro no tiene nada que ver con lo hasta ahora conocido en el Astra, y también se diferencia del más desenfadado Mokka, aunque comparte con este las dos pantallas digitales de 10 pulgadas presentes (Pure Panel), una para el cuadro de instrumentos y otra para el sistema multimedia, que hacen un pequeño ángulo para quedar mejor orientadas al conductor.
En la consola central hay dispuestos varios botones físicos para las funciones más importantes y para la climatización, lo que siempre se agradece para no depender en exclusiva de la pantalla digital, que por cierto tiene una interfaz bastante clara. En el túnel central, entre los asientos de piloto y copiloto, se ubican los mandos del cambio, que era automático en las unidades de exposición. El mando es el mismo que el de otros modelos de Stellantis, como el Citroën C4, y quedan flanqueados delante y detrás por dos huecos portaobjetos con tapa deslizante, uno de ellos para la carga inalámbrica de móviles.
Los asientos tienen una estructura y diseño ergonómico para que la espalda sufra lo menos posible en usos prolongados, y hay dos tipos, uno que prima el confort y otro, de orientación deportiva, con mayor sujeción lateral del cuerpo.
En cuanto al espacio del habitáculo, para ser un coche compacto no hemos observado ni estrecheces ni limitaciones en las plazas traseras, mientras que el maletero, con una capacidad de 422 litros (380 las versiones híbridas), sobre todo destaca en profundidad.
La nueva plataforma del Astra favorece que las opciones mecánicas sean multitecnológicas, esto es, que pueda montar motores térmicos, híbridos e incluso eléctricos, aunque para esto último aún habrá que esperar a 2023. De todos modos, la gran novedad en este lanzamiento –los pedidos ya se han abierto, pero tardará unos meses en llegar a los concesionarios– son las versiones híbridas enchufables (PHEV), que tienen dos niveles de potencia, 180 y 225 caballos, y autonomías eléctricas en torno a los 60 kilómetros (además de la etiqueta Cero de la DGT, claro).
El resto de la oferta inicial se compone de motores gasolina de 1,2 litros y 110 o 130 caballos, y una turbodiésel de 1,5 litros y 130 CV, los más potentes con opción de equipar un cambio automático de 8 velocidades.
En un coche tan moderno, y como es esperable, la dotación tecnológica en términos de confort y seguridad es grande, empezando por el sistema IntelliLux de luces matriciales adaptables con 84 diodos por faro, una gran evolución del anterior.
También es destacable el nuevo y más completo sistema Head-Up Display o, por supuesto, el sistema IntelliDrive para una conducción semiautónoma, con soluciones como el control de crucero adaptativo con centrado de carril, que ahora también funciona en curvas y se adecúa a las señales de tráfico (solo en versiones con cambio automático); la alerta de vehículos en el ángulo muerto de largo alcance, la útil alerta de tráfico trasero cruzado con función de frenado y las cuatro cámaras para el sistema de visión en 360 grados.
El precio de venta del nuevo Opel Astra, sin descuentos, arranca en los 22.700 euros de la versión gasolina de 110 caballos, mientras que las versiones híbridas parten de los 33.100 euros.
Source: Coches